El 5 de Junio 2015 | 16:17
Las conversaciones son la parte fundamental en 'The Witcher 3: Wild Hunt' y, a diferencia de otros títulos de mundo abierto en que la narrativa está más escondida a través de la interacción con el escenario (con libros, notas o demás coleccionables opcionales), el título de CD Projekt RED, aunque también utiliza ese tipo de herramientas, basa todo su historia en narrarla a través de las propias palabras de los propios personajes.
Ya desde que iniciamos el juego cada una de las veces y cada vez que cargamos partida, un narrador se encargará de situarnos y de comunicarnos en qué punto del juego y de la trama nos encontramos. El juego es muy directo y no hace falta que el jugador recurra constantemente a libros o glosarios (que los hay) sobre personajes y criaturas, aunque en ocasiones será muy útil para aportar información adicional.
Todos los diálogos del juego están tratados con cuidado y se desarrollarán, salvo casos contados en que nos acompañan mientras jugamos, a través de una secuencia cinemática con planos cortos o medios entre los interlocutores. Esto provoca lo comentado al inicio del reportaje: que el jugador sienta que cada pequeña conversación es importante y que cada vivencia forma parte real de la vida de Geralt. Ahí llega otro de los puntos fuertes de 'The Witcher 3: Wild Hunt', que hace que en ocasiones ni siquiera sepamos diferenciar qué contenidos son principales y cuáles son secundarios debido a su extrema calidad.