El 5 de Febrero 2016 | 10:05
Fue ya bien entrado el año 2010 cuando los que son ahora reconocidos youtubers americanos como Marriland empezaban a subir sus primeros let's plays, una forma totalmente amena de hacer que la aventura con Pokémon, siempre individual y solitaria, pasase a ser parte de una comunidad, un conjunto de personas que día a día o cada dos o tres días se uniese a ti, creador de ese contenido, y compartiese contigo casi en directo cómo estaba siendo tu paso por esa región.
La Quinta Generación se acercaba poderosamente y el poder de los foros estaba a punto de estallar cuando a más de uno se le encendió la bombilla y pensó que subir un walktrough dividido en partes, de principio a fin, de 'Pokémon Edición Blanca' y 'Pokémon Edición Negra' (NDS, 2010 Japón) en sus versiones niponas iba a ser fruto de miles de visitas.
Fue tanto así que empezó a engendrarse de manera natural un interés que antes no existía, una forma diferente de vivir la aventura Pokémon, al igual que con tantos otros videojuegos; ahora, mientras uno jugaba había trescientos detrás siendo meramente espectadores, pero por suerte esa relación fue creciendo gracias a los comentarios de los vídeos, una manera útil de entablar comunicación con el creador y el consumidor, que poco a poco participaba en el transcurso de la serie.
¿Qué nombre le pongo a este nuevo Pokémon? ¿Por dónde voy? ¿Elijo a este o a este otro? ¿Preferís vídeos de veinte o de treinta minutos? Sin casi darnos cuenta, esos usuarios de YouTube que ahora subían esporádicamente vídeos lo hacían de manera cada vez más asidua. Lo que antes eran cien suscriptores ahora eran mil, pero pronto serían diez mil, lo cual permitía que esa gente empezase a verse con su propia marca personal, desarrollando un fenómeno y un ego que cada uno gestionaría como viese conveniente.
Mientras 'Pokémon Edición Blanca' y 'Pokémon Edición Negra' se acercaban poderosamente a Occidente y en Japón ya había casi 5 millones de unidades vendidas, en España empezábamos a ver los primeros resquicios de lo que iba a ser una verdadera oleada de personas amantes de esta preciosa saga dedicando su tiempo a vivir historias con los demás.
Una vez llegados a 2011, con la llegada de Nintendo 3DS y el fenómeno youtuber ya maduro en los Estados Unidos, la gente tenía buenos equipos con los que grabar, empezaba a llevarse el 2.0 aunque no tanto como ahora, y entre las hack roms, los nuevos títulos y demás obras de Pokémon, YouTube empezaba a ser la mejor forma de publicitar una licencia que cumplía quince años en un contexto incierto, donde mucha gente pensaba que eso de 649 Pokémon (quinta generación) era ya algo excesivo, incluso desvirtuado; que el final estaba cerca, vaya.
Uno de los múltiples errores donde personalmente creo que YouTube ha tenido mucho que ver y seguirá siendo, porque hoy día Pokémon no sería lo mismo sin YouTube, y viceversa.