'Guacamelee!', el icono cultural que hace brillar México

LUCHADOR DE LOS MUERTOS

'Guacamelee!', el icono cultural que hace brillar México

Daniel G. Astarloa Por Daniel G. Astarloa

El 14 de November 2019 | 19:00

La duología de títulos independientes son puro oro mexicano, tal y como presentaron en la capital madrileña recientemente.

Nos gusta viajar. Las razones son múltiples, pero la realidad es sencilla: somos curiosos por naturaleza, nos gusta conocer otras culturas y enriquecernos con las experiencias que obtenemos de ellas, tanto por sus diferencias como sus similitudes. La literatura, el cine y el arte han permitido que consigamos ir más allá sin tener que movernos de la comodidad de nuestros hogares, y el videojuego puede tener un papel muy especial en este aspecto en los próximos años: al fin y al cabo, nos dejan ser partícipes de esas culturas en vez de aprenderlas desde la distancia.

Tenemos que aplaudir el desarrollo del escenario independiente por hacer más posible esta realidad, y en concreto la existencia de una de las sagas metroidvania que mejor se nos han quedado en la memoria en la última década: el fantástico 'Guacamelee!', desarrollado por los canadienses DrinkBox Studios. ¡No os dejéis engañar por la nacionalidad de la mayor parte de sus diseñadores! Que se trabajara en Canadá no quita ese fuerte espíritu mexicano que desprende el juego, ni tampoco lo hace apropiación cultural. Consigue su propia fuerza por los méritos de un equipo volcado en mostrar las virtudes de un país rico en su historia, forma de vida y comida picante.

Para hacer realidad este reportaje hemos podido entrar en contacto con Augusto Quijano, director de arte de ambas entregas de la saga en DrinkBox Studios, quien se pasó por Madrid para hablar de su trabajo en el estudio. ¡Gracias a Nintendo España por organizar el evento y hacer posible este encuentro!

Calles mexicanas

Justicia para los muertos

La idea básica que el equipo de DrinkBox Studios es el de adentrar a los jugadores en el Mexiverso, la enriquecedora cultura del país de América Central. La manera de planteárnoslo es sencilla, pues comienza por presentar la festividad más famosa del país en el mundo entero: el Día de los Muertos, que se celebra el 31 de octubre todos los años.

Este punto de entrada es el más difícil de comprender para otras culturas y sirve como puerta de introducción para entender ese espíritu latinoamericano del que el juego hace presencia. Este no es un día por el que llorar y echar de menos a nuestros compañeros que han caído por el camino, sino de alegrarse por que hayan pasado a mejor vida y alegrarnos por todo lo que pudieron gozar en esos años. Es algo que se representa excelentemente durante la aventura con el paso del protagonista entre ambos reinos, mostrando a los fallecidos como personajes alegres, llenos de vida y encanto: no tristes, sino energéticos.

Tal y como nos comentó el propio Quijano, otros de los objetivos centrales era mostrar que México es más que desierto, cactus y pistoleros alocados que hemos visto tanto en el género western. Cuando avanzamos por ambos juegos vemos ricos bosques llenos de vida, pirámides, templos, poblados de toda clase... El aspecto visual nos presenta México como algo más que la arena que está al borde de los Estados Unidos.

Espíritu luchador

Juan, el héroe que necesitamos

Otro aspecto por el que brilla el título y que tan famoso ha hecho a la saga es por su protagonista, Juan. Representa la idea del luchador mexicano, la cual es una clase de héroe diferente al del concepto de superhéroes norteamericanos a los que estamos más acostumbrados a día de hoy gracias a comics y cine. Cuando un hombre se pone la máscara pasa a no tener una identidad secreta que ocultar al mundo, sino que adoptan completamente esa identidad y se convierten en los propios héroes.

Este concepto lo hemos podido ver por algunos medios internacionales como la lucha libre, pero es una idea muy arraigada en el espíritu mexicano. Durante años hemos conocido a luchadores con familias enteras formadas, héroes del pueblo que por mucho que pasara no se quitaban las máscaras: hacerlo es renunciar a tu propia identidad, y no hay nada más doloroso que pasar a ser nadie. El concepto es casi mágico, inspirador y puede inspirar a siguientes generaciones por muchos años.

En la práctica, tal y como nos comentaba Augusto Quijano, los detalles privados de otras culturas hacen los juegos mucho más universales y no al contrario como mucha gente cree: el valor de Juan se puede ver representado en todos nosotros, indiferentemente de nuestra nacionalidad. Que 'Guacamelee!' sea en México no hace que el título pase a ser sólo comprendido por esta nacionalidad, sino que nos acerca a todos a su manera en vez de alejarnos por poner una barrera ideológica. Y esto es un concepto que deberíamos tener más en mente al desarrollar juegos.

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