El 29 de Diciembre 2016 | 09:00
Llegamos al primer título enfocado por completo en su desarrollo a través de la realidad virtual con este proyecto desarrollado por TVR y distribuido por Oasis Games, que cuenta con el honor de distribuir dos proyectos de realidad virtual entre lo peorcito de este año 2016.
En este caso asumimos el rol de un plátano conocido como Banana Archer a través de una perspectiva en primera persona con una importante misión, defender al resto de plátanos de los malvados y peligrosos monos usando para ello un arco y diversos tipos de flechas, que como es de esperar, contarán con distintos efectos contra los malvados devoradores de fruta.
¿Te gustan los arcos?
El proyecto ha recibido tantos palos que, si le quitamos la cáscara al pobre de Banana Archer, lo más seguro es que nos encontremos las conocidas manchas de la fruta producida por los golpes. El planteamiento del título no da para desarrollar un título de larga jugabilidad, tan sólo podremos disparar el arco, que encima, siempre estará mal calibrado. Este pequeño detalle se vuelve casi fundamental si precisamente todo tu planteamiento se basa en disparar un arco imaginario a través de los controladores compatibles con las PlayStation VR. A ello debemos sumar los numerosos bugs con los que nos topamos desde el arranque del título, donde podremos sustituir los controladores por el Dualshock, pero igualmente nefasto al no estar completamente integrado en todo su desarrollo.
Su colorido diseño y aspecto gráfico no ha conseguido atraer ni siquiera a los más pequeños de la casa, que si se atreven a jugar al proyecto acabaran frustrados por lo torpe de su control y desarrollo jugable, donde los enemigos principales aparecerán sin sentido hasta llegar a los distintos jefes finales, de los que no conoceremos datos sobre su vitalidad, pero que podrán matarnos de un golpe que nos lleve a repetir por completo todo un nivel, volviendo a "sufrir" su sistema de apuntado y hordas de monos sin ton ni son.
Entendemos que con la llegada de la realidad virtual es lógico experimentar las posibilidades que ofrece la tecnología, pero como decíamos al comienzo, este tipo de proyectos, con estos planteamientos tan básicos, no deberían pasar de ser pequeñas pruebas técnicas o de estilos de juego para uso interno dentro de los diferentes estudios que quieran trabajar con ella, y de hecho esa es la sensación que transmite al usuario, la de un proyecto interno que han querido rentabilizar de alguna forma, lanzándolo al mercado sin valorar si realmente el planteamiento y las posibilidades aguantan una jornada de juego.