El 13 de Diciembre 2016 | 08:20
1. Séptima generación (Sol/Luna)
A lo largo de este reportaje hemos hablado de generaciones que siempre tenían algún problema. Nuevas mecánicas desaprovechadas, trama poco inspirada, ambientación carente de personalidad, y sobre todo un exacerbado continuismo en momentos en los que el público esperaba grandes cambios. Hemos tenido que llegar al vigésimo aniversario de la franquicia, pero parece que por fin Game Freak ha dado en el clavo y de lleno.
Si comparamos 'Sol' y 'Luna' con las primeras entregas veremos que no se parecen en nada. Sí bueno, la fórmula de atrapar bichos y entrenarlos para pelear por turnos sigue ahí, pero el resto es irreconocible. Alola ya no tiene cuadrículas, ni gimnasios, ni MOs. Lo que tiene, en cambio, es una ambientación única, con formas regionales de pokémon clásicos que se han adaptado a su clima, o con la tradición del recorrido insular que da forma a toda la aventura.
La dinámica de pruebas es un soplo de aire fresco que ya iba haciendo falta, y los combates contra los pokémon dominantes, planteados de forma distinta al resto, han resultado ser mucho más acertados de lo que en un principio se pensaba. Si a algo huele Alola, es a nuevo, y es un olor tan característico de la región que inevitablemente tenemos que separarla del resto.
Hasta los nuevos pokémon, que sí que es cierto que al igual que en la sexta generación son muy pocos, son increíbles. Son menos sí, pero son más únicos. La mayoría de ellos tiene algo que los hace especiales: una habilidad o un movimiento exclusivo que configura su estrategia, una combinación de tipos inusual, o una manera de atraparlos de lo más original. La diferenciación ahora es muchísimo mayor. Y luego están los Movimientos Z, la gran novedad que se ha incorporado al sistema de combate y que ha ampliado aún más la ya de por sí mastodóntica cantidad de posibilidades tácticas.
Sobre la trama, esta no planteará aquellos dilemas éticos de la quinta generación, pero aun así resulta mucho más efectiva. Se le da importancia desde el minuto 1, y la inclusión de cinemáticas ayuda mucho a que funcione y empaticemos mejor. Sí, vuelve a haber pokémon legendarios y hasta una movida de dimensiones alternativas y tal, pero la historia de 'Sol' y 'Luna' es una sobre los personajes y el mensaje trata sobre saber adaptarse. Sobre cómo cada uno de ellos se enfrentan a nuevos entornos que les permiten desarrollarse como personas y comprender mejor el mundo, abordando temas como la familia, el perdón, y por supuesto la superación.
La adaptación al medio es la temática que estas entregas toman por bandera. Desde nosotros mismos, que llegamos a Alola por primera vez sin conocer nada de la región, hasta Lylia, quien experimenta una notable evolución a lo largo de la historia, erigiéndose como el mejor personaje de toda la saga. Pasando incluso por los ya mencionados pokémon que han experimentado cambios al vivir en Alola, y por supuesto, por los propios jugadores, que tras años y años de permanecer en el continuismo de una saga que no salía de su zona de confort, han dado un paso adelante con ella para ver qué es lo nuevo que tiene que ofrecerles.
El resultado no podía ser más satisfactorio, y era lo que 'Pokémon' necesitaba desde hace años.