El 4 de Agosto 2013 | 21:36
4. Salto al online
Aunque primero con Dreamcast, después con PlayStation 2, GameCube y la Xbox original, ya se trató de acercar el panorama consolero al online, no fue hasta la llegada de Xbox 360 y el Xbox Live cuando se asentó el universo online en videojuegos.
PSN y Xbox Live trajeron consigo a los jugadores de consolas no solo la posibilidad de competir en línea, sino funciones sociales en sus plataformas. Listas de amigos, chats, logros, todo ello culmina en convertir la videoconsola en un instrumento más de socialización para la gente.
La parte mala, que la socialización directa, la pantalla partida y el compartir mando y sofá con un amigo, es algo que ha quedado muy de lado, y esta parte mala, es realmente mala.
El paso más arriesgado en esta faceta social de las consolas la encontramos en el Home de Sony. El fallido PlayStation Home fue una prueba para llevar aún más allá nuestra vida virtual a la consola ofreciendo una suerte de funesto Second Life completamente desastroso.
Smart TV en tu consola
Xbox se adelantó a las Smart TV y se propuso convertir nuestra consola en un centro multimedia integral, algo que Sony también ha puesto en práctica, y que nos acompañará en generaciones venideras.
La conclusión es que conectar nuestra consola a internet ha abierto un mundo de posibilidades y escenarios de uso que en tiempos de PSX o Super Nintendo eran completamente impensables.
Para bien o para mal, afirmar que una videoconsola es un aparato con el cual jugar a videojuegos es una definición que se queda bastante corta hoy día.
PD: Y no nos olvidemos del DLC que nos acompañará hasta los confines de la historia.