El 12 de Abril 2016 | 13:04
La mezcla de videojuego y vídeo real, como bien sabemos, no es reciente. Se daba mucho allá por los noventa, donde se implementaba de diferentes formas.
Una de las manera en que hemos visto a actores reales en los juegos ha sido con la conversión de su imagen en parte del juego, como en los títulos de terror 'The 7th Guest' y 'The 11th hour'. En ellos eran personas reales las que daban vida a diferentes espectros y fantasmas que andaban por la casa en al que se desarrollaba el juego. No eran clips, pero sí que era un recurso curioso, cuando menos inquietante si era para crear seres grotescos como estos.
Pero en los juegos clásicos también se incluían clips de vídeo. Recordemos títulos como 'Expediente X' (1998), basado en la famosa serie de televisión, 'Phantasmagoria' (1996), o uno de los videojuegos que más controvertidos que podemos recordar: 'Night Trap' (Trampa nocturna, 1992), un juego que consistía en controlar las cámaras de seguridad de una casa llena de adolescentes en una fiesta de pijamas, y donde los vídeos eran grabaciones de actores y actrices reales. También estaba el 'Bug Blasters' (2000), una copia de 'Los Cazafantasmas' cuyo nombre agradecemos no recordar.
Bonus: 'Dragon's Lair' (1983), la película de dibujos animados interactiva
Mencionamos la saga 'Dragon's Lair' por ser un juego pionero y casi único en su especie. Y es que este título, que data de las recreativas aunque fue hace pocos años reeditado en PC (y también está disponible en Xbox 360), no utiliza vídeo real pero sí vídeo de animación. En otras palabras, es una película de dibujos animados interactiva. Entre todas sus cualidades está la de que su director, Don Bluth, fue animador de Disney, así que los más nostálgicos con este tipo de dibujos se sentirán embelesados por 'Dragon's Lair'.
Lo que tenemos que hacer en 'Dragon's Lair' es ir dando a los botones que se nos indica (las cuatro flechas de dirección y el botón de acción) para que vaya continuando la historia. Sin embargo, si no pulsas cuando debías, el personaje podía morir, así que no es simplemente una película que hay que ver dándole a un botón una y otra vez.