El 30 de Agosto 2017 | 23:11
Cuatro años después llegó 'Poltergeist II: El Otro Lado', un filme durante cuyo rodaje todo parecía ir bien... y así era, hasta su fin. En ella se vuelve a hablar de Carol Anne, la hija de la familia, que había sido contactada por un sacerdote loco (Julian Beck). De esto se da cuenta un chamán interpretado por Will Sampson, que participa en la excavación que se ha inaugurado en el vecindario del primer filme, ahora deshabitado en pro de la investigación de los sucesos. Sampson murió en cuanto terminó el rodaje por un cáncer irreversible y extremadamente agresivo del que fue operado... pero en el post operatorio sufrió un fallo renal que lo fulminó. El actor era, según se dice, chamán de verdad, y cada noche acudía al set, pues se contaba que la grabación se llevaba a cabo sobre una auténtica excavación. El antes citado Julian Beck grabó el filme mientras sufría cáncer de estómago, lo que le aportó un aspecto especialmente lúgubre y acorde con el tono de la película. Y tal como cabe esperar dadas las circunstancias, fallece poco después.
Van tres difuntos...
Y esto sin contar con varios acontecimientos, accidentes y "sustos" sufridos por el reparto y el equipo, parte del cual, se cuenta, también pierde la vida. La tercera película, última de esta saga con efectos desastrosos, tuvo como "broche" el fallecimiento de Heather O'Rourke, la niña que daba vida a Carol Anne, quien un día, poco después de finalizar la película, despertó dolorida y fue rápidamente hospitalizada y diagnosticada con estenosis intestinal. Murio poco después, a la corta edad de 12 años. Otra curiosidad al respecto es que la actriz Zelda Rubenstein, quien interpretó al personaje de Tangina (la médium) apareció en todas las fotos del rodaje con una luz delante del rostro.
Sería necesario hacer preguntas a todo el reparto sobre la veracidad de estos relatos, pero como siempre, en todo habrá una parte cierta y una de fantasía. Lo que no es ninguna clase de relato fantástico es este río de muertes de personas relacionadas con la saga, que se corona como una de las más trágicas a nivel humano del cine, lo que la vuelve aún más patética, oscura y temible. Y nosotros, que sólo somos "curiosos", os invitamos a superar el miedo que pueda generar (o a que os dejéis llevar por el "morbo") y disfrutéis de una de las películas más aterradoras de la historia del cine una vez más, recordando a su autor, quien, si su filme fuese real, ya se encontraría en esa otra dimensión.
El terror tiene muchos representantes en el cine, pero el que más pavor provoca no es el que se refleja en la pantalla, sino el que afecta a las personas, el que sale en la prensa y que supone algo mucho más serio que unos minutos de tensión o algún que otro salto en el asiento mientras somos testigos de que algo sobrenatural está teniendo lugar. Pero una vez más, y como siempre, todo depende de lo aprensivo que se muestre el espectador/lector, y lo dispuesto que esté a enhebrar acontecimientos para dar sentido a algo que no es tangible, y que tal vez sólo viva en nuestra capacidad de discernimiento.
A quien suscribe le gustaría acabar este artículo quitando algo de hierro a los sucesos, y recordando un pequeño homenaje que recibió la saga por parte de la serie de TV 'Padre de Familia'. Y es que incluso la temática más terrorífica puede abordarse desde el humor, algo que no quita seriedad al original, sino que muestra hasta qué punto es parte de la cultura popular. En el episodio de la serie de Seth McFarlane, es Stewie el que recibe la llamada de los espíritus, furiosos porque Peter utiliza para divertirse una calavera india que ha encontrado enterrada bajo la casa.