El 31 de Marzo 2015 | 19:31
Pokémon Rubí, Zafiro y Esmeralda (2002, GBA)
Nintendo necesitaba dar un relevo generacional a su exitosa GameBoy, dando paso a GameBoy Advance, una pequeña SNES portátil que tuvo un catálogo sobresaliente a la par que decepcionante. Demasiados port de consolas domésticas legendarias de la compañía, ni un solo 'Super Mario' exclusivo aunque sí un total de cinco de las mencionadas adaptaciones... En cualquier caso, para muchos entre los que me incluyo, Game Boy Advance es una de las portátiles más especiales desde siempre, con una genialidad llamada GameBoy Advance SP, aunque de esto podemos hablar en otra ocasión.
Los títulos más vendidos de GBA fueron, como no, las entregas de turno de GameFreak y sus monstruos de bolsillo. La tercera generación (2003) nos remontaba a la región de Hoenn, inspirada en la existente isla de Kyushu, al sur del país nipón. Otro holgado centenar de criaturas completamente nuevas, ampliando la cifra hasta los 386, hacían de Pokémon como concepto en un verdadero universo que ha derivado en wikipedias propias con miles de páginas dedicadas únicamente al metajuego y todo lo que rodea al mundo que rodea la saga, con su lenguaje conceptual y demás información territorial. 'Pokémon Rubí' y 'Zafiro' introdujeron las batallas dobles -fue aquí donde nació verdaderamente la escena competitiva-, concursos, bayas, bases secretas, dos tipos de bicicleta, etc. La mejora gráfica era evidente, con también un buen puñado de nuevos ataques, las habilidades y naturalezas... Sin embargo, se perdía la retrocompatibilidad con anteriores ediciones, así como el ciclo día-noche.
El culmen de esta tercera generación llegó un año después -siempre refiriéndonos a las fechas de lanzamiento japonesas), en 2004, con 'Pokémon Esmeralda', posiblemente uno de los productos más redondos y mejor acabados de toda la franquicia gracias a un modo de juego perteneciente al Post-Game (sucesos que tienen lugar una vez nos coronamos en la Liga Pokémon) como es el Frente de Batalla, un lugar donde poner a prueba nuestras habilidades; un desafío constante que ampliaba la duración del juego en centenares de horas, sin exagerar. La tarea de conseguir todos los emblemas dorados sigue siendo a día de hoy una de las tareas más arduas de todos los episodios.
'Pokémon Rubí' y 'Zafiro' lograron 16.22 millones, a los cuales hay que sumar los 6.32 de 'Esmeralda'.