El 24 de Junio 2016 | 14:47
Creo que es reseñable algo esencial como es la comodidad del dispositivo en sí. De lejos, PlayStation VR es la gafa más cómoda de todas las que he podido probar (Samsung Gear VR y Oculus Rift) porque te deja la parte parietal de la cabeza prácticamente libre; a nivel de diseño es la mejor pensada, y eso se traduce que vas a terminar mareado más tarde. Porque sí, te acabas mareando. Lógicamente esto depende de diversos factores, todos ellos individuales. En mi caso, miope y con ya de por sí mareos con algunos juegos de acción en primera persona, cuando he probado 'Battlezone' casi me da algo al principio; luego perfecto, una vez te acostumbras a controlar el eje vertical y horizontal -con el DualShock 4 en este caso- todo va rodado. Y vaya, es endiabladamente divertido. Mola.
Mirar hacia arriba y ver que tienes dos enormes cañonazos que disparan balas del tamaño de una sombrilla de playa es un gustazo, así que en esta demo me desquité de vicio. Mención aparte para la resolución, que es quizá el punto más determinante de cara a decidirse por estas gafas o por las de Oculus. En mi opinión la resolución juega un papel importantísimo porque es lo que termina de completar la sensación de inmersión. Podemos regular el enfoque de las lentes y la distancia de estas con nuestros ojos de forma muy sencilla; y como decía, la comodidad es óptima, pero se ve la malla de píxeles lo suficiente como para decir"Oh, a esto le falta para ser perfecto". No es que esté verde, es que se ve a la legua que va a haber una versión 2.0 más pronto que tarde. Ser un early adopter es algo que, nunca mejor dicho, se termina pagando. Aquí la deuda que tenemos es que para verlo todo en Full HD vamos a tener que esperar un tiempo, amigos entusiastas de PlayStation.
Una montaña rusa de sensaciones
Una de las cosas que le he preguntado a los PR de PlayStation es si las gafas las íbamos a poder utilizar también como mera vía de enlace al consumo multimedia, y así es: al igual que Samsung Gear VR, se podrán utilizar para ver películas. Introduciendo el Blu-ray en ciernes de esa cinta que queremos ver con palomitas (¿para cuándo también virtuales?) en nuestra PS4 se activará una especie de modo cine, pero no han sabido explicarme muy bien en qué se concretará esto finalmente.
Siguiendo con la experiencia, me temo que a partir de los 30 minutos empezaremos a pedir un pequeño descanso. Supongo que en casa será otra historia, que cuando estés sentado en tu sillón o la silla de tu escritorio todo se sentirá de otra manera, pero allí los mareos eran inevitables principalmente por ser una de las primeras veces que todos los allí presentes estábamos en esa situación, esa realidad alternativa donde todo se mueve sin que tu ejercites casi ningún músculo. Eso es algo que tenemos que asumir también; nuestro cerebro tiene que asimilar esa sensación de velocidad que no va acorde a lo que sucede en el exterior. Dependiendo del género del videojuego que tengamos enfrente la resistencia mental será mayor a menor, porque en la demo del juego de dar cabezazos a un balón podría haber estado así más tiempo, pero es una mera demo técnica que no tiene más profundidad que moverte de un lado a otro como os comentaré en su correspondiente avance.