El 9 de Junio 2013 | 15:54
Quien tiene un amigo, tiene una ruina
Antes hemos comentado lo de los préstamos, que seguramente serán regalos de cosas que ya no queremos y que no vamos a volver a usar (lo que pasa que en el grupo de cosas entran ahora los videojuegos, que normalmente antes no estaban), y que sólo se podrá hacer una vez y con una persona especial que sea tu amigo de la vida o al menos desde hace 30 días. Un artículo que tiene fecha de caducidad, y que ésta avanza dependiendo en cuántas Xbox One se introduzcan, lo que pasa que sólo te deja en dos distintas, por lo que su fecha de caducidad es realmente corta.
Así está el patio, y nos quieren también vender la moto con papel de regalo nuevo diciendo que ahora podremos compartir nuestra biblioteca de juegos con hasta 10 miembros de nuestra familia. Lo que más miedo me da de todo ésto es lo de la familia, temo por ellos porque visto lo visto, veremos a ver qué será capaz de hacerles Microsoft para corroborar que son familiares míos... Si para jugar hay que picar billete cada 24 horas o 1 hora (depende el caso), los juegos sólo se pueden compartir una vez, no me quiero ni imaginar las consecuencias de que a una persona que has declarado a la consola como primo lejano tuyo se descubra que es tu vecino de abajo.
Ya sin bobadas ni tonos irónicos, como bien dijo mi compañero Jesús Márquez el otro día en esta noticia recopilatoria, todo ésto antes se hacía llevándote el DVD del juego a la consola que quisieras. Se supone que podremos jugar al mismo juego a la vez en Xbox One desde dos consolas distintas y a la vez, pero queremos escuchar más detalles sobre ésto. No me parece del todo mal, porque sería como crear un grupo para compartir contenidos con hasta 9 personas más, pero si ese grupo no se puede modificar a los integrantes (eliminando o cambiándolos), no valdrá de mucho.
Otro dato que no está siendo motivo de mucha alarma es el tema de los alquileres. Es cierto que en España esta palabra ya casi que está extinguida, pero lo cierto es que algunas cadenas de tiendas de videojuegos tienen servicios de préstamos razonables, para fines de semana, días entre semana, etc. De momento Microsoft ha dejado claro que no se va a poder alquilar ningún videojuego en el momento de su lanzamiento, pero que están estudiando cómo pueden llegar a hacerlo... a ver qué inventan.
Kinect sí, Kinect no
Ellos creen que hemos aceptado de buenas que además de comprarte la consola, el mando que viene y los cables, el otro bulto llamado Kinect. Sinceramente veo muy bien que haya un periférico capaz de hacer las cosas que hace Kinect, pero que tengamos todos que querer eso es lo que no me cuadra. Si el precio de pack de la consola lo incluye, pues bueno, pero no sería de extrañar que sea obligatorio y que nos hagan pasar por caja por separado. Además de todo es que si no hay que usarlo pero sí tenerlo conectado, es otro elemento más que se una a la lista de requisitos obligatorios para poder jugar a la consola.
Se ha anunciado que podremos apagarlo, dejarlo en stand by y que no grabe imágenes ni sonidos. La gente temía de que Kinect pudiera estar todo el día espiándonos, que nos filme continuamente y grabe nuestras conversaciones o la de las personas que nos rodean. La gente se preguntó si eso era legal, si no vulneraba el derecho de intimidad. Microsoft apacigua el tema diciendo que podremos mantener en reposo a Kinect. Veo acertado eso de que no existen archivos que se almecenen y por lo tanto no hay riesgo de que alguno pueda ser subido o enviado a ningún sitio.
Lo que más miedo me da es que a cualquiera de los figuras que pululan el mundo se le ocurra poder controlar cada que juguemos a Xbox One, tenernos localizados, identificados por el reconocimiento facial, fichados, en fechas y horas, etc. La verdad es que el arma es muy potente, pero es peligroso una arma de ese calibre con doble filo.