El 9 de Junio 2013 | 15:54
Introducción
En la pasada madrugada del 6 al 7 de junio, tomando el huso horario español, comenzaron a llover noticias con algunas palabras como sujetos de las frases en los titulares. La red se llenó primero de reacciones en inglés, pero pronto, casi al instante, comenzaron a verse las reacciones de las comunidades de habla hispana. Las palabras de los usuarios comenzaron a expandirse en la misma dirección, igual intensidad pero diferente sentido a las que las había compartido Microsoft con el mundo.
Personalmente me temía lo peor, pero escuché y leí bastantes rumores de que Microsoft estaba lanzando globos sonda para ver el termómetro de reacción de la gente. Lo cierto es que esto es como todo, si no protestamos, si no mostramos nuestro desacuerdo, pelear por los justos intereses y nos plantamos bien, no conseguiremos nada.
Algunas de las medidas oídas son que la segunda mano la decidirán las distribuidoras, será necesaria la conexión a internet de la consola para jugar, el grado de ligamiento que tendrá el nuevo Kinect, el poder prestar los juegos, a qué juegos podremos jugar y algunos detalles más.
En este reportaje comenzaremos enumerando las medidas que Microsoft hizo públicas para aplicarse en Xbox One. Después entraré a valorarlas, una a una y globalmente. Finalmente presentaré una opinión del panorama general de consolas y derroteros que está tomando el negocio videojueguil.