8 grandes JRPGs a los que jugar después de 'Persona 5'

'Final Fantasy VI'

Seas fan del JRPG o no, seguro que conoces 'Final Fantasy'. La franquicia de rol japonés más famosa del mundo vivió una auténtica época de oro en los noventa, especialmente durante la vida de la primera PlayStation.

La saga siempre ha manejado entre sus temas el viaje del héroe, la aventura de un puñado de personajes a través del mundo, y el eterno conflicto entre la luz y la oscuridad. Cada entrega, eso sí, presenta sus propios temas particulares, ya que por lo general no guardan nunca una correlación; todas ellas son obras independientes con su propio argumento, personajes, y ambientación que difieren del resto. Las similitudes pasan por lo anteriormente comentado, lo de la lucha entre el bien y el mal, y unas mecánicas que median entre la exploración del mundo y el combate táctico, a veces por turno y a veces no.

La elección de la sexta parte no viene por ningún motivo especialmente decisivo, sino más bien porque es la favorita de quien escribe estas líneas. Se acoge al sistema clásico de la saga pero con la suficiente complejidad como para seguir siendo interesante hoy en día (es la entrega con mayor número de personajes controlables, todos ellos únicos), además de tener un villano memorable y contar con la única ambientación steampunk que se ha visto en un 'Final Fantasy'. Aun así, también son muy recomendables otras entregas como la cuarta, la séptima, la novena y la décima.

'Dragon Quest VIII: El periplo del rey maldito'

He aquí la otra gran licencia de Square Enix, el otro pilar del rol japonés junto con 'Final Fantasy' en cuanto a popularidad se refiere. Eso sí, mientras esta última ha preferido dar un giro a la saga con cada una de las últimas entregas, 'Dragon Quest' ha optado por mantenerse en la zona de comfort del JRPG más clásico. Combates por turnos básicos y reconocibles para toda la familia y ambientación fantástico-medieval con magia, espadas, dragones y prácticamente todo lo que se te ocurra. Ah, y fuerzas oscuras del mal a las que nosotros, valerosos guerreros, hemos de vencer.

Pero esto no tiene por qué ser nada negativo, ni mucho menos. Sólo 'Dragon Quest' sabe transmitir ese sentimiento de aventura e inocencia propias de un niño que disfruta haciendo lo que más le gusta. Estos juegos son capaces de sacarte una sonrisa en todo momento, y la que se lleva la palma es la octava entrega. Es la más grande, bonita y apasionante, por no hablar de que su trama llega a ser realmente enternecedora.

Ah, y es un juego larguísimo. Montones de horas te esperan aquí.