El 10 de Noviembre 2017 | 10:45
Los videojuegos se han considerado, tradicionalmente, algo exclusivo de chicos. No hay un motivo lógico por el cual podamos explicar que esto haya pasado, puesto que no tiene sentido siquiera que lo haya hecho; simplemente, ha sido así.
Quizás podríamos aducir que, al ser los videojuegos en un primer momento algo relacionado con la guerra y la violencia, se consideraban "poco femeninos". Recordemos que lo femenino y lo masculino son una construcción social; es decir, es algo que la sociedad marca, no algo que realmente sea así. Las niñas, por ser niñas, no van a preferir antes un muñeco que una Nintendo, por ejemplo. Partiendo de esa base, podemos ver fácilmente que el hecho de que los videojuegos se hayan considerado masculinos es, per se, absurdo.
La evolución
Pero en el reportaje de hoy no venimos a analizar por qué las estructuras de género son más una lacra que algo positivo. Hoy venimos a hablar de Nintendo, y de cómo, a través de los videojuegos, podemos ver claramente cómo ha habido una evolución en los estereotipos de género. La última expresión de esto es, sin duda, el juego 'Animal Crossing' y todos los de este estilo; son juegos que van mucho más allá del género, que están hechos para todo tipo de personas, independientemente de la edad, de la condición social... Juegos que realmente pueden considerarse aptos para toda la familia. No hay ya diferencia ninguna entre chicos y chicas en este aspecto.
Para llegar a este punto, hemos tenido que pasar antes por fases muy diferenciadas entre sí. En un primer momento, se creaban juegos pensando únicamente en un público masculino, y el público femenino no existía; poco a poco, el público femenino comenzó a integrarse en las ventas de estos juegos, aunque para ellas había un catálogo especial; actualmente, se ha roto bastante esta concepción de que existen juegos para chicos y para chicas. Aunque de romper bastante a romper por completo todavía hay un paso, por desgracia.
Antes de pasar a analizar estas fases de forma individual, quería puntualizar algo. El hecho de que los juegos se diseñen pensando más en un público masculino o femenino no implica que solo puedan ser jugados por chicos o por chicas; y, al igual que hay chicos que disfrutan jugando a juegos de diseñar ropa, hay chicas que disfrutan de juegos de deportes. Porque somos nosotros, los consumidores, los que demostramos que realmente estas diferenciaciones no tienen una base real, y no son más que las elecciones de una industria que se deja llevar por los estereotipos de género.