El 17 de Marzo 2015 | 18:51
Pegamos un salto en el tiempo para centrarnos más en lo que fue 2014, unas fechas más o menos cercanas a la actual, por varios motivos. En primer lugar porque las conversaciones con DeNA ya están avanzadas. No seamos ingenuos. Uno no toma una decisión como la que ha tomado Nintendo de un día para otro.
Queda bastante curioso ver las declaraciones de Iwata de hoy, en las que afirma que nunca cerró la puerta a los dispositivos móviles, cuando, si echamos mano a las noticias a lo largo de 2014, nos encontramos con joyitas como las que os ponemos hoy.
Por ejemplo, Iwata, principios de 2014. Ha pasado poco tiempo desde que saliesen las consolas de nueva generación PlayStation 4 y Xbox One y los analistas empiezan a ver el futuro de Nintendo muy negro. Tanto es así que le sugieren casi unánimemente que se abra a otras plataformas, como el mercado móvil.
Tal es la situación de desconfianza hacia Wii U que los propios accionistas le pidan a Nintendo a través de cartas a Iwata, que abra los ojos y se expanda a las nuevas tecnologías.
La presión en estos momentos es bastante fuerte, tanto, que el propio presidente tiene que salir a palestra a dar la cara y decir lo que ya sabíamos: que no se planteaban en absoluto el mercado móvil:
"La expansión de los dispositivos inteligentes no significa el final de las consolas. No es tan simple No significa que debiéramos poner a Mario en los smartphones".
Seguramente, la intención de Nintendo de mantener sus franquicias dentro de su hardware era lo que más quería preservar Iwata, como se desprende de estas declaraciones de la reunión de accionistas de primeros de ese año:
"Desde mi punto de vista sería ilógico no expandir nuestro negocio al de los smartphones debido a que han superado en ventas a las videoconsolas por un margen enorme.
Sin embargo, nosotros creemos que no podemos mostrar nuestra fuerza como desarrolladora de hardware-software en este campo y por lo tanto sería difícil continuar en la misma escala a medio-largo plazo.
Por consiguiente, nos gustaría que en vez de llevar nuestros juegos a dispositivos inteligentes nos centráramos en conseguir grandes lazos con nuestros consumidores a través del negocio de móviles."
Como podemos ver, Iwata no se cierra a los móviles, pero sí a llevar los juegos a este campo. Y muestra de ello han sido las diferentes aplicaciones que hemos visto y que han estado desarrollando. Sin embargo su postura queda muy clara: los juegos se quedan en casa.