El 30 de Noviembre 2015 | 22:13
En occidente, el concepto de juego musical se queda fácilmente reducido a los 'Guitar Hero', 'Rock Band' y 'SingStar', dado que se comercializan más como un juego social y festivo por su naturaleza desenfadada y poco exigente. ¿Y si os decimos que no sólo en Japón, sino que en casi toda Asia éste género es un submundo interesante que explorar?
Ya expliqué en el análisis de 'Superbeat: Xonic' que ése es un juego musical asiático, pero, ¿Qué entendemos por ello? La definición rápida sería que es un juego hecho por un fanáticos de la música de Corea del Sur o Japón, aunque los occidentales tratan de copiarlos como pueden, pero es más un estilo de hacer juegos de ritmo que simplemente su procedencia. Hay que dejar claro que en Asia, los videojuegos como algo festivo no son algo habitual debido a que allí los toman como un desafío que superar, con lo que suele primar el desafío y la perfección de movimientos frente a al apartado visual o social que pueda tener. Da igual que estés jugando con tus amigos tocando Hot for Teacher o cantando Bon Jovi, ahí valora más conseguir una S++, y conseguir una B es casi un símbolo de derrota y humillación. Sin más dilación, procedemos a adentrarnos en un mundo curioso y fascinante que es digno de estudio incluso.
Las recreativas como laboratorios de pruebas
¿Por qué tienen tanta importancia las recreativas? El hecho de que triunfen las recreativas en Japón y no en Europa es digno de otro texto grande, pero se puede resumir rápidamente en que allí los jugadores pueden permitirse más partidas debido que son más asequibles, con un precio de cien yenes las más caras. Estas se presentan junto a servicios como E-ammusement con el que al jugar les dan puntos Passeli, que se pueden canjear por partidas extra. Además, en las recreativas suele haber muchas novedades entre las que se incluyen los juegos de ritmo, que se conjuga con la enorme cultura que tienen por las máquinas recreativas, mientras que en occidente está casi en desuso. Empecemos con que allí las empresas ven las máquinas recreativas como algo económicamente viable, con edificios enteros de varias plantas dedicados a estas máquinas, y además, su estilo de juego rápido y a consumición del jugador hace estos juegos idóneos para estos espacios. Nunca falla en que suelen ser ruidosos y llenos de luces para atraer la atención de los espectadores, que terminan por animar y aplaudir a los maestros de éstas máquinas, como si fuesen gladiadores que se baten en duelo, sin exageraciones.
¿Superar canciones de 'Dance Dance Revolution' de espaldas? ¿Duetos de bailarines de flechas? Las empresas saben perfectamente qué tipo de comunidad y fans tienen esos juegos y los han abrazado. Como ejemplo extremo, para superar un tema de expertos de 'Pump It Up', es necesario clavar las rodillas toda la canción y pulsar con las manos las flechas dado que sino es imposible superarla.
Otra cualidad de estas máquinas para recreativas es que siempre tratar de ofrecer estilos de juego diferentes, sobre todo en los últimos años cuando se pide algo más que pisar flechas. Lo que empezó a finales de los años noventa con los juegos de baile de pisar flechas 'Dance Dance Revolution' y 'Pum It Up' (que se parecen mucho, pero no son lo mismo), ha dejado detrás de sí un reguero de juegos musicales que sustituyen el pisar flechas con los pies a mover los brazos e incluso las simulaciones de instrumentos como el 'Guitar Freaks' que dio lugar a 'Guitar Hero' y todo su legado.