El 15 de Abril 2019 | 18:59
La representación de la violencia en los videojuegos es un tema que sigue siendo de los más candentes en la actualidad, sobre todo desde que se han empezado a dar casos de masacres por parte de menores a los que se les achaca una adicción a los videojuegos. 'Mortal Kombat', cuya undécima entrega sale al mercado próximamente, fue una de las más señaladas en su momento por la explicitud de sus escenas, la aparición de ingentes cantidades de sangre y también por incluir un movimiento fatal que terminaba con los miembros del oponente esparcidos por el suelo. La aparición de esta licencia en el mercado revolucionó no solo el imaginario de los jugadores, sino también los cimientos de la industria, ya que gracias a ella se creó el organismo encargado de clasificar por edades los videojuegos según su contenido en Estados Unidos.
El arma para recrudecer la guerra
La década de los años 90 estuvo marcada por muchos hitos culturales y tecnológicos, como el paso de la cinta de casete al CD compacto o el tremendo éxito que tuvieron las Spice Girls a nivel mundial. Pero en la industria del videojuego se estaba librando una de las guerras más sangrientas jamás vista. Puede que los informativos y diarios del momento no publicasen noticias al respecto, pero Sega y Nintendo dejaron una cicatriz en la historia de este joven sector que, aún hoy día, muy pocos pueden olvidar. Uno de los muchos capítulos que conforman esta historia está protagonizado por 'Mortal Kombat', un título con el que Sega consiguió tumbar a Nintendo en ventas y que se saldó con un juicio que llevó a declarar a los fabricantes de videojuegos más importantes del momento.
En 'La gran historia de los videojuegos' (Ediciones B, 2016), Steven L. Kent hace una panorámica bastante completa de lo que ocurrió en 1993, año en el que se lanzaron las versiones domésticas del primer Mortal Kombat creado por Ed Boon y John Tobias. El título de Acclaime llegó al mercado para las dos máquinas de sobremesa que se repartían el pastel a principios de los 90: Sega Genesis (o Mega Drive en Occidente) y Super Nintendo. Las versiones para cada consola fueron completamente diferentes, ya que Nintendo decidió aplicar una censura previa al título para que cumpliese con los estándares de la compañía y con su imagen de empresa familiar. Tal y como se explica en el libro citado, Boon y Tobias habían decidido añadir elementos con los que 'Mortal Kombat' pudiese competir y ganar en ventas a 'Street Fighter II', la nueva entrega de la saga de Capcom, y se decantaron por características que lo convertirían en una de las producciones más polémicas de la época.
Howard Lincoln, que por entonces era el vicepresidente ejecutivo de Nintendo of America, se puso en contacto con los responsables de 'Mortal Kombat' para indicarles los cambios que se debían aplicar al juego para que pudiese salir en Super Nintendo. Entre las normas de la compañía estaban las de «nada de violencia» y «nada de sangre», dos de los pilares fundamentales de la saga desde su nacimiento. Según cuenta Gregory Fischbach (jefe de Acclaime en esos momentos) en una entrevista a la BBC, Lincoln les indicó que debían cambiar el color de la sangre de rojo a verde. «Algo que yo pensaba que era una estupidez», aseguraba el ejecutivo al medio británico.
Finalmente, esta versión de 'Mortal Kombat' salió al mercado sin sangre, sin los populares fatalities e incluso se tuvieron que editar algunos elementos de los fondos (como cabezas clavadas en lanzas) para poder acceder a la consola más popular del mercado. En la misma entrevista a la BBC, el jefe de Acclaime afirmaba que los cambios eran estúpidos, pero inevitables. Por su parte, el título que llegó para Genesis lo hizo tal y como lo habían imaginado sus creadores: como una ópera sangrienta que hizo que los adultos dejasen de ver los videojuegos como simples juguetes para los más pequeños.