Por El 2 de Septiembre 2015 | 10:49
Como es evidente que un juego considerado como una obra maestra por muchos se basa en explotar al máximo todos los apartados, no podemos limitar el "lo mejor" a decir que es puntero en gráficos, sonido o diversión, que lo es, sino que intentaremos tocar unos cuantos puntos algo más originales. Eso es así, porque entonces esos puntos serían exactamente los mismos que en otros títulos de su talla, ¿verdad? Y es por eso que muchos de esos elementos que comentaremos, tienen el interés de que son totalmente exclusivos de este juego, incluso si lo comparamos con los anteriores de la saga, lo cual es mucho decir. Sin más dilación, estos son los 7 aspectos que más nos enamoraron de la cuarta entrega de la saga 'Metal Gear Solid'.
1- La gran carga argumental
Apoteósica, definitiva, esclarecedora, ingeniosa, compleja, brillante, profunda, melancólica, o evocadora. Todos estos adjetivos podrían definir perfectamente bien el argumento de esta cuarta entrega, y la importancia que tiene dentro del juego. Apoteósica porque está llena de giros argumentales, siempre bien trabajados, inesperados, satisfactorios y trascendentales (nunca están porque sí, y sirven para que, in crescendo, nos vayamos preparando para lo que viene), y porque llega a superar las expectativas que se tenían de él, lo cual es mucho decir. Definitiva porque resuelve todos y cada uno de los interrogantes que habían dejado las entregas anteriores; absolutamente todos. Esclarecedora, porque lo hace de una forma en la que incluso si no recuerdas exactamente qué es lo que pasó, el juego se encarga de que lo entiendas. Inesperada porque no son ni dos ni tres escenas las que nos sorprenden de 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots' sino muchas más, y nunca es lo que parece.
Ingeniosa porque 'Kojima' se superó en esta entrega (como diría 'Schuster', no hace falta decir nada más). Compleja porque no utliza tópicos o giros previsibles, sino que logra recoger todo lo que las anteriores entregas han ido sembrando, para mezclarlo con lo que la propia entrega genera desde cero. Brillante porque cuando acaba es imposibe no emocionarse con el abrumador final. Profunda porque toca temas incluso delicados en nuestras vidas reales y consigue llegarnos al corazón. Melancólica porque hay momentos que más de uno desearíamos vivir. Y finalmente evocadora porque despierta sensaciones de entregas anteriores de una forma que jamás otro juego ha logrado. En definitiva, el cierre perfecto a la historia de Snake, y un motivo para amar a los videojuegos.
2- Gran cantidad y calidad de guiños
Destacan todos los flash-back relacionados con la primera entrega para PlayStation, que podremos ver o no ver en función de nuestra elección (si pulsamos cierto botón en el momento preciso), pero llegan mucho más lejos con aspectos que supondrían un 'spoiler' gigante si te lo contáramos aquí. Sin embargo, todos aquellos que conozcáis de sobra este juego, imagino que habréis adivinado por donde van los tiros. Y no solo ese tipo de guiños, sino también otros como el regreso de personajes olvidados hasta entonces como 'Meryl', o todo lo relacionado con los jefes finales, que son todo un tributo a la saga en general, y también a la primera entrega en particular. Añadidle a todo eso los típicos elementos locos de 'Kojima', los secretos que aún a día de hoy se siguen descubriendo, o los reciclajes de otras entregas que ya suponen seña de identidad, y tenéis a vuestra disposición la entrega que más y mejor uso hace de ese aspecto hasta ahora.
3- Revolucionario a nivel gráfico
La gran prueba de que esto fue así, es que incluso si lo miramos con perspectiva actual, podemos decir que ha envejecido realmente bien. En otras palabras, hasta que llegaron cosas del nivel de 'The Last of Us', 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots' fue un referente gráfico de la generación, y por supuesto de PlayStation 3. Tal es así que aspectos como la iluminación, las texturas, las expresiones faciales o la profundidad de un mundo lleno de escenarios inmensos y detallados estaban a otro nivel. Pero claro, más allá de eso, también hay que recordar que el último juego de la saga hasta entonces había sido para PlayStation 2, y justamente por eso el cambio visual impactaba mucho más aún. Además, toda esta revolución gráfica no servía solamente para aquello que entraba por los ojos, sino que implicaba grandes cambios jugables, con unos escenarios que ampliaban y mucho la variedad del título.
4- Escenarios ámplios, y profundidad jugable
Y justamente a eso vamos: a la profundidad que estos nuevos escenarios brindaban a un desarrollo ya de por sí variado en la saga. Esta vez, había tantos rincones a explorar, y tantas rutas posibles para llegar al mismo objetivo, que la manera de terminar una misión (con limitaciones, claro) podía variar mucho en función de nuestro estilo. Desde pasar desapercibidos como siempre pero de formas totalmente diferentes hasta entonces (gracias al nuevo sistema de camuflaje), hasta dejarse de tonterías y entrar a tope como si de shooter en tercera pesona se tratara. Incluso podíamos mezclar ambos aspectos de una manera magistral y altamente satisfactoria. Y no solo eso, sino que todo eso implicaba un mayor grado de exploración, de descubrimiento de secretos, o de mecánicas jugables totalmente diferenciables entre sí.
5- Los jefes finales
A pesar de que este es un punto fuerte en todas y cada una de las entregas de la saga, las batallas de 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots' iban un paso más allá, ofreciendo mecánicas únicas, reviviendo sensaciones gracias a guiños inolvidables, y sobre todo ofreciendo una dificultad probablemente mejor ajustada que en anteriores ocasiones. Además, argumentalmente todos esos personajes eran importantes, y alguno de esos enfrentamientos resultaba épico por todo lo que había detrás en la relación de los personajes. También podemos decir que es una de las entregas con más jefes de todos, lo cual no deja de ser un detalle importante cuando ninguno de esos combates sobra.
6- Muy largo, y sobre todo rejugable
Vale, puede que muchas de esas horas de juego sean las correspondientes a los "muuuchos" vídeos y escenas que contiene el título, pero incluso así, probablemente estamos ante uno de los 'Metal Gear Solid' más largos de todos. En la primera partida, y a menos que seas un fuera de serie, es más que probable que tu partida gire en torno a las 20 horas. Pero es que además, hay que sumar un aspecto marca de la casa: la alta rejugabilidad de la aventura. Algo que en este caso, llegó a cotas insosechadas gracias a la posibilidad de afrontar la aventura de un modo totalmente distinto. Eso, y los típicos añadidos tras guardar partida y empezar de nuevo: desde nuevos modos de dificultad, hasta objetos inéditos, nuevas armas, o el camuflaje ópico (muy difícil de conseguir, eso sí). Y si eres de los que se lo pasó en su época y no lo ha vuelto a hacer, ahora incluso trofeos.
7- MGS Online
O para ser más exactos, 'MGS Online 2', ya que el primero fue el modo online que pudimos disfrutar en la edición especial de la tercera entrega: 'Metal Gear Solid 3: Subsistence'. En otras palabras, un modo online con la base jugable de 'Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots', integrado con el propio juego y totalmente gratis. Tenía tanta personalidad, y era tan bueno, que donde algunos veían un modo de juego más, otros lo consideraban un juego único y perfectamente separable. Vamos, que donde unos nos hubieran vendido un DLC o incluso un juego digital, 'Kojima' se sacó de la manga algo que ponía la guinda al pastel de un producto ya completo y magnífico de por sí. Excepcional. Sus servidores se cerraron en 2012, y aún así, un grupo de hackers logró crear una plataforma llamada 'SaveMGO' según la cual, mediante servidores privados, lograron volver a hacer funcional el modo online. Sin embargo su acesso no era fácil, y mucho menos legal, claro. Pero sirve como ejemplo de la gran magnitud y calidad del proyecto.