El 28 de Agosto 2015 | 18:26
Como en cualquier 'Metal Gear Solid', el argumento está trabajado hasta unos límites que rozan lo enfermo. Todo está cuidado y todos los personajes demuestran una profundidad fuera de toda duda, pero por encima de todo podríamos destacar la relación que se forma entre The Boss y el propio Big Boss. The Boss es la mentora de nuestro héroe, aquella que le enseñó todo lo que sabe y que, sin embargo, termina convirtiéndose en el enemigo del título.
The Boss es uno de los mejores personajes creados ya no solo para esta franquicia, sino de toda la historia de los videojuegos. La construcción de su personaje y, sobre todo, de la relación que va manteniendo con Big Boss es tan perfecta que es inevitable sentir como se nos erizan los cabellos cuando tenemos que enfrentarnos a ella al final del juego. El momento de apretar el gatillo, sabiendo que ella en realidad se ha sacrificado por nosotros, es un pilar básico en la historia de la narrativa interactiva.
Apretar el gatillo sabiendo que nosotros no queremos acabar con ella pero es necesario para acabar la misión. Esos segundos son mágicos, y pocos videojuegos pueden presumir de contar con momentos así.
Hay muchos más personajes con los que Big Boss (o Naked Snake durante el juego, en realidad) inicia su relación o comienza a desarrollarse en esta tercera entrega, pero que posteriormente se convierten en imprescindibles para la trama. Major Zero, que precisamente es el creador de Cipher y enemigo principal de la quinta entrega, es el jefe de las dos misiones que tenemos que cumplir en 'Metal Gear Solid 3: Snake Eater'.
EVA es la segunda mujer con la que Snake también mantiene y evoluciona su particular relación. Junto con Meryl, es la única de la franquicia con la que se intentan mantener lazos románticos, aunque ya sabéis que al final las cosas no terminan yendo del todo bien. Aún así, también se trata de un personaje fundamental, ya que de no ser por ella los clones de Big Boss no hubiesen tenido un útero en el que crecer y con el que poder nacer.
Un jovencísimo Revolver Ocelot también aparece como enemigo, aunque ya sabéis que este hombre termina siendo un inflitrado de varios países a la vez. Aun así, su importancia en la franquicia al completo también es evidente. En realidad, todas las bases de la historia de la franquicia al completo comienzan a desarrollarse en esta tercera entrega.
En términos jugables, la revolución era evidente: un sistema de camuflaje que nos permitía variar nuestra ropa y la pintura de nuestra cara para poder parecernos más al entorno, y que a los enemigos les costase más vernos. Junto a eso, la necesidad de comer para recuperar stamina, que nos permitía recuperar salud, correr y, en definitiva, realizar cualquier acción que requiriese de algún tipo de esfuerzo.
Cazar animales, comérnoslos crudos, robar la comida de los enemigos... un juego perfecto en términos jugables.
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