El 29 de Mayo 2015 | 08:14
Yoshi's New Island
Una decepción inmensa, así podríamos resumir la presencia de 'Yoshi's New Island'. ¿Por qué está aquí, entonces? Porque a pesar de que la estela que quería continuar, la de 'Super Mario World 2: Yoshi's Island', sigue siendo un plataformas con muchos más aspectos positivos que negativos.
La crítica lo catapultó hace algo más de un año, los motivos son comprensibles. Querer venderse como un digno sucesor del que es para muchos (entre los que me incluyo) como la mejor aventura de plataformas en dos dimensiones de toda la historia de la industria hace que nuestra atención se vea llamada con brío. El resultado es una obra que va in crescendo; empieza flojo (flojísimo). Dan ganas de dejarlo de lado, y es por ello que muchos de los que se encargaron de puntuarlo en su día se perdieron lo mejor del mismo.
'Yoshi's New Island' tiene una recta final tremenda; los dos últimos mundos son un salto exponencial en calidad y el jefe final está muy logrado. Todo esto no justifica sus pecados y la falta total de inspiración de sus desarrolladores, una broma de mal gusto para los más acérrimos que tiene el gran problema de llamarse como se llama. Si no hubiera pretendido ser el sucesor de SMW2 posiblemente no se hubiera armado tal berrinche.
Shantae and the Pirate's Curse
Hemos dicho que solamente incluiríamos juegos exclusivos, pero en este caso vamos a hacer una excepción por ser esta versión la principal, la más recomendable y adecuada desde la cual nacen las demás. WayForward, que se empeña en aparecer varias ocasiones en este reportaje, nos propone una mezcla entre plataformas y el siempre querido estilo metroidvania.
La saga 'Shantae' ha sabido evolucionar con el paso de los años, empezando desde GameBoy Color cuando este estudio era totalmente desconocido pero finalmente consagrándose como una propiedad intelectual llena de fans por tener siempre una jugabilidad a prueba de bombas. Uno de los aspectos de esta cuarta entrega que merece la pena reseñar es su dificultad, todo un reto para casi cualquier jugador, la cantidad de fases y exquisitas mecánicas jugables. Es preciso y está bien diseñado. Quizás el apartado gráfico podría haber dado más de sí, por no hablar de una excesivamente sobria interfaz, pero el resultado general es soberbio.
Uno de los tapados del catálogo de la portátil, un plataformas excelente muy cerca del sobresaliente en algunos apartados.