El 21 de Diciembre 2016 | 10:15
Después de mucho tiempo de desarrollo y un varios cambios de nombres el proyecto que nació originalmente como un trabajo de fin de carrera se materializó este año en 'Aragami', la primera obra del estudio barcelonés Lince Works.
Este proyecto comprende a la perfección las bases del género de la infiltración y se permite algunas señas de identidad propias con las que fascinarnos cuando ya creíamos haberlo visto todo.
Es fácil ver que sus responsables aprendieron mucho de clásicos como 'Tenchu' y de obras más modernas como 'Mark of the Ninja'. Usando estas inspiraciones como base el juego innova introduciendo la manipulación de las sombras y el aprovechamiento de las mismas como mecánica jugable que va más allá de escondernos en ellas. El equipo de David León consiguió desarrollar un juego soberbio que se adaptaba a la perfección a todo tipo de jugadores ofreciendo un sistema de mejoras y progresión del personaje que podían hacer la aventura mucho más fácil si así lo queríamos, por el contrario el juego podía ser tan difícil como deseáramos usando las herramientas básicas y la diversión se potenciaba con el modo cooperativo en el que jugar a ser ninjas con un amigo.