El 20 de Septiembre 2016 | 09:24
Por mucho que digan los practicantes de este deporte, no es accesible en absoluto para cualquiera, económicamente hablando. Es más rentable jugar este 'Rory McIlroy PGA Tour', aunque tampoco sea un alarde de virtudes. Después de muchos años de ausencia, el año pasado regresó el golf de la mano de EA Tiburon, aunque lo hizo con un juego que ni mucho menos puede colmar las expectativas de los fans de este elitista deporte, como tampoco de quienes sientan un mínimo de curiosidad. Si bien jugablemente no pueden ponérsele muchas pegas, es a la hora de echar un vistazo a su contenido cuando realmente hace aguas.
Cuenta con el correspondiente modo Trayectoria, con un editor ciertamente limitado y menos circuitos que su predecesor y lo que es peor, menos opciones, como las rondas previas a cada torneo o los desafíos adicionales. Los modos online se quedan en partidos rápidos, mientras que otros clásicos de la franquicia como Battle Golf o Best Ball desaparecen del mapa incomprensiblemente. Afortunadamente, se encuentra un modo que poco tiene que ver con la simulación llamado Night Club Challenge, una serie de 170 pruebas con condicionantes bastante locos que convierten el juego en un arcade de golf, que sin embargo, es en este momento cuando se vuelve realmente divertido.
Lamentablemente, un juego solo recomendado para aficionados del golf, que ni mucho menos se verán satisfechos por la escasa cantidad de opciones que ofrece.