El 31 de Agosto 2017 | 15:00
Pero ha habido dos momentos que no se pueden igualar a los demás, sobre todo por la emoción que han conseguido despertar en los seguidores... ¡Y porque llevábamos años esperando esas escenas! No obstante, es cierto que una ha empeñado a la otra de una forma que quizás hubiéramos preferido obviar.
Los protagonistas de ambas escenas son, por supuesto, Daenerys y Jon. Desde mucho antes de que se conocieran siquiera, nosotros ya estábamos deseando que acabaran juntos. Y, finalmente, se han unido... En todos los sentidos. Pero, a la vez, por fin se ha resuelto el gran misterio que tanto tiempo llevamos esperando conocer: los orígenes de Jon Nieve.
Los guionistas lo han hecho de tal forma que justo en el momento en el que nos están confirmando lo evidente, que Jon Nieve es un Targaryen, vemos cómo Jon y Daenerys yacen juntos. Bran siempre ha sido igual de oportuno, sin lugar a dudas. Aunque hemos de agradecerle que, por fin, nos ha dado todo lo que necesitábamos para desvelar el que ha sido el misterio más intenso de toda la serie. Ya no solo sabemos que Jon no es Nieve, ni hijo de Ned Stark, sino que es Targaryen, hijo de Rhaegar Targaryen y Lyana Stark. Y, además, es el hijo legítimo de ambos, puesto que la pareja se casó. Toda la guerra que Robert inició se basó en una mentira que, además, Ned Stark conocía de primera mano.
Punto a añadir: el legítimo heredero al Trono de Hierro es Jon Nieve. ¿Qué pasará cuando Daenerys se entere? ¿Será lo que siente por él superior a sus ganas de poseer el Trono? ¿Aceptará el legítimo derecho de Jon (cuyo verdadero nombre es Aegon), o tratará de imponerse? ¿Y qué hará Jon? ¡Qué ganas de octava temporada! Sobre todo tras ver el final, con esa impresionante caída del muro, otro de los mejores momentos.