El 15 de Diciembre 2015 | 13:55
Podemos
El partido liderado por Pablo iglesias no se anda con chiquitas, y el sector del videojuego ocupa nada más y nada menos que dos páginas enteras en su programa cultural, que trataremos de resumir:
"-Incentivar la producción de videojuegos que cumplan criterios de calidad,
originalidad y contribución cultural, en sintonía con los modelos británico y francés.
-Aprobar ayudas a la internacionalización dedicadas a sectores intensivos y conocimientos y talento como el de los videojuegos.
-Fomentar económicamente las pymes vinculadas a los videojuegos en general, las iniciativas para el aprovechamiento de la tecnología de videojuegos en educación y en industrias transversales como los serious games, con aplicaciones en sectores como la salud, el turismo, etcétera, así como las smart cities y los proyectos de mejora de la inclusión de grupos en riesgo de exclusión social o con problemas de integración.
-Apoyar y fomentar las plataformas de acceso legal a videojuegos, impulsando nuevos modelos de negocio que ofrezcan alternativas legales y atractivas a la ciudadanía.
-Creación de una Agencia del Videojuego será un organismo vinculado a la Dirección General de Cultura Digital y dependiente del Ministerio de Cultura y Comunicación que desarrollará planes conjuntos con el Ministerio de Industria. Esperan unificar las políticas públicas dirigidas a fomentar y visibilizar el sector del videojuego, atraer inversión extranjera y potenciar la exportación además de centralizar el asesoramiento integral y gratuito a pymes del sector, manteniendo comunicaciones fluidas con representantes del mismo.
-Creación de un Plan de Formación Continuo para el sector del videojuego centrado en las áreas tecnológicas específicas del sector.
-Impulsar una política de ayudas para la contratación de personal en todas las fases de formación y no solo en FP, además de incluir a los profesionales del videojuego en el Estatuto del Artista y del Profesional de la Cultura, que contendrá medidas que amortigüen la intermitencia, la temporalidad, la movilidad y la especificidad de los ingresos de corte irregular de los profesionales de la cultura, para así crear una fiscalidad que se adapte a sus necesidades.
-Incluir las capacidades artísticas y de diseño en la Ley general y transversal de enseñanzas artísticas superiores.
-Establecer convenios con otros países para el intercambio temporal de profesionales."
Se nota aquí una mayor cantidad de propuestas. A la vez, el hecho de tener una gran cantidad de propuesta genera una mayor cantidad de dudas sobre cómo lo van a conseguir. La idea de que se cree un comité especial de ayuda al sector es una tónica propia del partido y está bien que se dedique al videojuego, pero lo difícil será encontrar a los especialistas en el sector que puedan ponerse en contacto con otras empresas importantes y asesorar bien a los que se adscriban a la Agencia del Videojuego.
También se vigila mucho por la estabilidad de los desarrolladores, puesto que uno de sus problemas es la alta temporalidad y riesgos de que un juego acabe cancelado. Hay que hablar también de la alta movilidad que hay en el sector. Por último, se agradece que se incluyan los aspectos artísticos dentro del programa, pues así se les dará mayor salida profesional a los licencidados y graduados en distintas artes.
Ausencias en las propuestas
Notamos mucho la ausencia total de la creación de FPs públicas de desarrollo de videojuegos para incentivar su estudio, puesto que si bien existe el Ciclo Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataforma, la especialización en videojuegos queda relegada a másteres privados impuestos en universidades y no en centros de formación públicos. Le sigue la falta de un tipo de IVA cultural que además de los videojuegos, incluya cualquier tipo de libro en cualquier formato, eventos culturales, teatro y cine para que sean más accesible para los usuarios y las empresas puedan ganar más beneficios, puesto que muchos negocios culturales han sufrido las consecuencias de subir el IVA de productos culturales del 8% al 21%.
Otra falta constante es la de seguridad financiera frente a cancelaciones por motivos externos, puesto que no es raro que un juego se cancele y suponga un reto económico para los desarrolladores el tener que recuperarse de meses o años de trabajo para un juego que no sale a a la luz. Otra propuesta sería la creación de unos premios nacionales para dar notabilidad y premiar a juegos creados en España, como nuestros Goya promovidos por la Academia de Cine.