El 30 de Diciembre 2015 | 11:20
Los creadores del multijugador asimétrico más exitoso de los últimos años, 'Left 4 Dead 2', se pusieron manos a la obra para continuar haciendo lo que mejor sabían, pero esta vez con cuatro cazadores y un monstruo como protagonistas. De hecho, cuando 'Evolve' llegó a las tiendas lo hizo con un gran resultado, siendo un juego divertido, equilibrado y lo que es tan o más importante que todo eso, con un sistema de progresión que lo convertía en algo adictivo. Entonces, ¿que pudo salir mal? Las cifras de ventas no fueron una de sus lacras, ya que en su primera semana ya vendió 600.000 copias y a partir de ahí, durante algún tiempo más, siguió a buen ritmo. Poco después de su lanzamiento, Take Two ya lo consideraba una franquicia permanente, pero no todo era color de rosa.
Los problemas eran otros. Principalmente, una cantidad de contenido descargable -y de pago, claro- abrumadora ya disponible desde el tercer día de 'Evolve' en el mercado. Dejando de lado su pase de temporada al precio de 25 euros y que incluía cuatro cazadores y algunas skins para los tres monstruos, había que profundizar un poco para darse cuenta de los males de este juego. En total, contando skins para los personajes y armas, la cantidad de DLC ascendía hasta los 44, sumando todos ellos un montante nada despreciable de más de 130 euros. La polémica fue tal que se borraron una buena cantidad de hilos en los foros de Steam con quejas sobre el asunto.
Hay algo en lo que Turtle Rock tenía razón, y es que todos estos añadidos eran meramente estéticos, pero el daño ya estaba hecho y la comunidad comenzó a darle la espalda a 'Evolve'. No solo fueron los DLC, también los packs de inicio con juego más contenido descargable que alcanzaban precios excesivos.
Hasta tal punto ha sufrido este juego, que ha sufrido la mayor rebaja que hayamos visto en un título de esta generación -en pocos meses ya pasó a costar 20 euros-, pero lamentablemente, puede que ya sea demasiado tarde para él. Hace no mucho se registraron picos mínimos históricos de jugadores en Steam, con nada más que 400 simultáneos. Una cifra pírrica para un videojuego que prometía revolucionar el multijugador cooperativo y competitivo.