El 20 de August 2017 | 09:15
El final de un icono
El papel de Leia Organa en 'Los últimos Jedi' se ha visto alterado debido a la reciente muerte de Carrie Fisher, algo que ha hecho que se ponga mucha más atención en su aparición en pantalla. Es inevitable que a los espectadores nos evoque más sentimientos el personaje de Fisher, ya que no vamos a volver a verla interpretando a la primera princesa guerrera del mundo. Pero esto no empaña, en absoluto, su labor en este octavo episodio.
Todos los elementos de esta nueva trilogía apuntan a que ella será más que clave en los hechos que ocurran a partir de esta nueva entrega. La General Organa es ahora la responsable directa de enfrentar a la Primera Orden, ya que no sabe exactamente qué pasa por la cabeza de su hermano Luke y si lo que le pasa les beneficiará o no en su lucha contra Kylo Ren y Snoke.
El panorama es bastante desolador, pero ella es el rayo de esperanza que necesita la galaxia. En la primera trilogía lo fue Luke Skywalker, ya que parecía que todo recaía en los hombros del Jedi. Ahora los caballeros sagrados están de capa caída y las cosas no están como para esperar una aparición estelar tras el plantón que su hermano mellizo les hizo tras el altercado con su sobrino.
Leia es consciente de que ya no es joven y de que puede que una nueva guerra le quede absolutamente grande. Pero la grandeza de este personaje está en convertir todas las vicisitudes en una oportunidad para obtener esperanza. Leia es, como hemos dicho anteriormente, el denominador común, el pegamento que une toda una maraña de acontecimientos que la tienen en el punto de mira.