El 20 de Agosto 2017 | 09:15
Desde que esa "Galaxia muy lejana" ya no nos es tan lejana, el universo de George Lucas ha cambiado mucho, pero hay alguien que no lo ha hecho en todo este tiempo. Han pasado 40 años desde que el joven Luke Skywalker aprendió todo sobre su herencia Jedi, pero mientras él jugaba a ser un héroe, su (futura, cuidado con los spoilers) hermana Leia ya estaba batallando para acabar con el Imperio Galáctico y alcanzar el sueño de una República libre.
Cuarenta años han pasado. Ha caído un Imperio; se ha alzado una República, pero todo tiene un ciclo y la oscuridad siempre vuelve. La Primera Orden, autoproclamada sucesora del Imperio, quiere sumir todo el universo en las tinieblas, y no son precisamente los caballeros de la espada los que están luchando contra ellos. El denominador común de toda esta odisea es Leia Organa, la que aun habiendo conseguido su lugar en el gobierno libre, prefirió luchar contra las posibles amenazas a la libertad. Ella es princesa de nacimiento, pero nunca actuó como tal. Ya no viste esos ropajes sacados de una película futurista (aunque esta franquicia vaya un poco de eso), y tampoco parece querer coger un bláster para fundirles los plomos a los soldados imperiales, pero eso no quiere decir que su espíritu no siga ardiendo ante la posibilidad de que le arrebaten aquello que más ama.
El personaje de Carrie Fisher no tuvo una especial participación en 'El Despertar de la Fuerza', y podemos asumir que la desaparición de otro personaje puede tener la culpa. Ahora le toca el turno a ella, y todo parece indicar que en 'Star Wars: Los últimos Jedi', la presencia de la General Organa será más clave que nunca.