Por El 7 de Octubre 2019 | 16:30
Pabellón de VR
Otro de los aspectos más ilusionantes de la feria ha sido la sección de realidad virtual. Aunque ha sido una zona pequeña en comparación a todo lo demás que os destacamos en este artículo, lo cierto es que sigue habiendo sido más que destacable gracias a títulos estupendos que probar, la oportunidad de ver de cerca la tecnología de las HTC Vive Cosmos y sobre todo la presentación del mayor lujo de todos: el asiento Whiplash.
Esta maravilla no ha sido ninguna tontería, sino una de las demostraciones de cómo aprovechar la tecnología VR de una forma diferente. La demo técnica que presentaba era semejante a una montaña rusa en la que la silla nos balanceaba por todos lados, con movimientos bruscos y potentes. Nuestra vista hacía el resto, activando nuestra imaginación y aumentando la sensación de movimiento real como nunca antes habíamos podido probar en la realidad virtual los redactores. ¡Ya queremos varios de estos en las oficinas!
Sección para los gamers
Nos dejamos para el final lo que probablemente fuera uno de los mejores aspectos de la feria y, a la vez, uno de los que menos se suelen tratar en conversaciones de esta clase. Si juegas habitualmente llega un momento en el que necesitas esa especia especial que da sabor y comodidad a tus partidas diarias, aunque sea por pequeños detalles. Puede empezar porque tu ratón no es lo suficientemente ágil para lograr los tiros perfectos o porque tus auricales ya están viejos y suenan peor que una cabra en tu oreja: pero está ese gusanillo que te reclama algo mejor, algo nuevo y sustancial. Y aquí es donde entraban las marcas de periféricos y asientos.
No puedes lanzarte a comprar lo que va a ser tu futuro sin probarlo antes. Nadie quiere gastarse una gran cantidad de dinero en una silla que después te machacará la espalda tras sólo media hora sentado. Madrid Games Week ha dado la ocasión de conectar a los jugadores directamente con las marcas, toda una oportunidad de oro para probar de primera mano los productos más recientes y estar convencido de lo que quieres y necesitas. Newskill, Puregaming... Todos han estado presentes y más que encantados de presentar lo que tenían disponible.
Y si hay una marca que nos ha convencido de corazón con lo que tenían que enseñar ha sido Razer. Hemos hablado de sus productos en otros artículos, pero lo que tenían para mostrar en su stand era de otro mundo. Aunque estuvieran ubicados en un puesto algo discreto y pequeño en comparación con otros merecía la pena dedicarle veinte minutos para probar de primera mano mandos como el Raiju Ultimate, personalizable y sorprendentemente cómodo; alfombrillas prácticamente mágicas como el Goliathus Chroma, cuyas luces colores se pueden sincronizar con otros productos Razer para lograr un ambiente perfecto para nuestras necesidades. Pero lo mejor para el final: si había algo que probar de primera mano en la feria, eran los cascos inalámbricos Nari Ultimate, ahora compatibles con Xbox One. No sólo ofrecen una calidad de sonido estupenda como la que siempre deseamos, sino que añaden vibración ajustable para una inmersión que roce el realismo lo máximo posible. Sencillamente magníficos.
Discreto regreso del Retro World
Tenemos que cerrar nuestra crónica con uno de los aspectos que más nos gusta que esté presente cada año, pero que en esta ocasión no ha cumplido como hubiésemos deseamos. Se trata de la sección del Retro World, todo un apartado repleto de televisores de tubo, consolas antiguas y un pequeño museo con la Historia del videojuego encapsulada. Una oportunidad perfecta para aunar el futuro y el pasado, llamar a los más pequeños para que disfrutaran del 'Super Smash Bros.' original después de probar su versión definitiva de Nintendo Switch.
Este año, por desgracia, ha sido mucho más pequeño que en ocasiones anteriores y se ha relegado a una zona marginal en uno de los pabellones, alejado del centro y con una presencia humilde y discreta. Las opciones para disfrutar de las glorias del pasado no eran muchas, ni tampoco era una sección que estuviera tan poblada como años anteriores. ¿Ha dejado de tener lugar en la convención anual madrileña? No lo creemos así: año tras año ha sido uno de los mejores aspectos del evento y ahora nos apena que esté pasando a un segundo plano, lejos de los focos de atención de la gente. Como si el pasado no tuviera lugar cuando las empresas quieren vender el futuro. Esperemos que el año que viene vuelvan con más fuerza que nunca.