El 17 de Agosto 2016 | 14:34
'Escuadrón suicida': No sin mi hombre
En internet podemos encontrar diversas referencias a esta película como "Escuadrón machista" o "Escuadrón patriarcal", y no es de extrañar, porque es una continuación de machismos, y más machismos, y más machismos, y más. Como siempre, no todo es blanco ni negro, y comentaré esta película teniendo en cuenta varios matices que no quiero dejar de lado.
Empezaremos, para entender mejor la tesis, por la idea de que en una película no todos los personajes femeninos deben responder a un ideal de feminismo (aunque tampoco el de "feminidad", que es lo que se hace clásicamente en el cine y es en realidad lo que más se cuestiona desde el feminismo), pero tampoco debemos pasarnos de frenada reflejando la realidad que, os guste o no, sí es machista.
Las mujeres del escuadrón
En 'Escuadrón suicida' todos los personajes femeninos dependen de un hombre, excepto el interpretado por Viola Davis, que tiene todos los rasgos propios de un personaje masculino, en otras palabras, roles del otro género, y que se tiende a creer que son los que se cree que las mujeres anhelamos. Es una mujer dura, recta, que manda sobre los demás y no le tiembla el dedo para acabar con la vida de una persona. Lo mejor que tiene este personaje es, en realidad, que sea una mujer negra la que tiene el mando en una situación.
El resto de mujeres con protagonismo en la película son el binomio de Cara Delevingne, June Moone y Encantadora. La primera no se separa de su novio por el evidente malestar que le provoca ser poseída, y la otra es la mala de la película, pero lo primero que hace es revivir a su hermano, más fuerte, y del que necesita su poder. Por otro lado tenemos a Katana, cuya motivación es recordar a su marido y vengar su muerte. Y, el personaje más esperado y querido, Harley Quinn.
Harley Quinn es un personaje muy interesante, sin embargo, un constante recreo para los hombres y un modelo a seguir para las chicas que quieren ser sexies y locas para gustar a los chicos. Porque, aunque el atuendo de Quinn es muy divertido, no está creado para que las mujeres nos sintamos más seguras con nosotras, o queramos jugar con la sexualidad, sino gustar a los demás. Por ello Harley Quinn es tremendamente guapa. Y por ello, de paso, nos meten por el medio esos planos tan sensuales de ella cambiandose de ropa.
Pero el fin de este personaje no es gustar a los hombres, su única motivación es reencontrarse con "bichito", el Jocker. Ese bichito del que se enamoró y perdió parte de su cordura cuando era una tímida y sumisa psiquiatra. La que demostró que daría todo por él, incluso su vida si hiciera falta. Sin la que él tampoco puede vivir, ¡lo que más me gustaría del mundo, vaya! Ella está esperando a que su amor la rescate a la vez que fantasea con su ideal de vida: ser una pareja "normal", donde ella cuide de los niños mientras bichito se marcha a trabajar.
Ellos, malos; ellas, enamoradas
¿Y los hombres qué tal? Deadshot deja claro que su alcohólica ex-mujer es una mala madre y además no dispara ni a mujeres ni a niños (el binomio de los débiles, sólo faltan los ancianos). Y Diablo es el típico marido que un día perdió los estribos porque no sabe controlar su ira y su mujer inició una acalorada discusión que acabó con [el asesinato] la muerte de toda su familia. Pobrecillo, es que no sabe controlar sus poderes, y "ella" le hizo perder los estribos.
Los personajes masculinos son "malos" por ser psicópatas, interesados, ladrones, etc. Quinn y Katana, por amor. ¡Dios, es tan romántico! Quiero que esto sea una crítica constructiva, y no pienso que esté todo perdido. Opino que Quinn aún está a tiempo de quitarse del tobillo esa cadena de romanticismo, como creo que sí hizo en los cómics, y me gustaría que todos los comentarios de este tipo que se ha llevado la película sirvan para crear futuras historias más justas para nosotras.
Conclusión
En definitiva, ninguna de las dos películas se llevará el Oscar este año, y podemos disfrutar de ambas por igual, pero parémonos a pensar un rato qué modelos de sociedad transmite una y cuáles transmite otra. Recordemos que la desigualdad de género no viene porque las mujeres no se entregan lo suficiente a su trabajo (ni a su familia, ¡todo a la vez!) y que la violencia machista no tienen su origen en pobres diablos ni en hombres cavernícolas, sino en cosas mucho más cotidianas.