El 30 de Agosto 2016 | 09:46
'Pyongyang Racer'
Este videojuego fue lanzado a finales del año 2012. Creado por Nosotek, una empresa nacional que presume de ser la única del país en contar con condiciones de trabajo occidentales y acceso a internet. Este producto fue producido para Koryo Tours, una agencia de viaje también nacional. El objetivo del juego es mostrar la ciudad de Pyongyang, a la vez que una guarda de tráfico nos va corrigiendo si incumplimos alguna normas de tráfico. El hecho más significativo es que este título fue el primero de la historia en ser lanzado por el gobierno norcoreano. Hay que tener en cuenta que cualquier producto que se relacione o sea publicado dentro de sus fronteras tiene que pasar primero por la censura del gobierno.
Cierto es que el juego no destaca por tener unos gráficos llamativos, ni tan siquiera vemos a personas durante el trayecto, el cual se resume en dos curvas y dos rectas, pero el hecho más significativo es cómo una empresa norcoreana pudo lanzar un primer videojuego en aquellas tierras.
El objetivo 'Pyongyang Racer' no es otro que hacer una visita guiada por la capital del país asiático, pero llama la atención cómo vamos conduciendo un coche que parece, o se antoja, que es un Mercedes, además de que querer mostrar al mundo las características de la ciudad. Hay que tener en cuenta que, como hemos comentado antes, Corea del Norte quiere mantener un sistema aislado del resto del mundo, donde las bases del autoabastecimiento y la vanaglorización de sus costumbres son su eje y forma de gobierno.
Un videojuego sin ideales
Uno de los aspectos que más llaman la atención del juego, es su carácter antipolítico y antibelicista. Como hemos descrito con anterioridad, en Corea del Norte solo existe publicidad ensalzando alguno de estos dos temas. Este título solo busca que el jugador se de una vuelta por la capital y pueda ver, más o menos, cómo es Pyongyang.
La idea de este título vino por parte del cineasta británico Nick Bonner, el cual estaba empeñado en hacer un proyecto para los jóvenes norcoreanos sin mezclar la política o el ejercito. Nick Bonner ya había trabajado en otros proyectos con la agencia de viajes Koryo Tours, la cual vio con buenos ojos el juego.
Puede ser que en un primer momento no pueda parecer algo tan increíble, pero estamos hablando de un pueblo que sufre un clarísimo déficit social, el cual con juegos o proyectos como éste, consigue que poco a poco esa sociedad vaya avanzando, y ya no solo se conozca a Corea del Norte por sus ensayos nucleares.