El 31 de Diciembre 2016 | 12:56
Llegamos a la primera producción totalmente oriental de este particular top. El sector asiático lleva ya unos cuantos años en los que no parece encontrar por completo su sitio fuera de sus propias fronteras, y el caso de este 'Mighty No. 9' no hace más que incrementar esta sensación de que en las tierras del lejano oriente han perdido el norte hace ya mucho, no sólo en cuanto a desarrollo se refiere, donde aún se salvan algunos productos, sino también en la percepción que el público tiene de estos trabajos, aunque estén encabezados por nombres tan reconocidos dentro del sector como Keiji Inafune.
Mega man de saldo
La historia de este proyecto nos remota al ya lejano 2013, con Inafune fuera ya de Capcom tras más de veinte años en la compañía y tras realizar colaboraciones con distintos estudios orientales en el desarrollo de varias obras.
En ese momento, en pleno auge de las campañas crowdfunding, Comcept, fundado por él mismo, lanza a través de Kickstarter una campaña de financiación para desarrollar este proyecto, consiguiendo en tan sólo tres días la cantidad necesaria para su producción, e incrementando la recaudación para el mismo a lo largo de toda la campaña mientras comenzaban a nombrarlo como el sucesor espiritual de la franquicia 'Mega Man', a la que Inafune había estado ligado en sus años con Capcom.
Los fans esperaban con ganas este título de acción lateral que prometía recuperar parte de las mecánicas y técnicas vistas en la mencionada franquicia, pero su llegada comenzó a dilatarse en el tiempo en exceso, llegando a contar con un lanzamiento en 2015 que finalmente no llegaría a ver la luz mientras el estudio volvía a abrir otra campaña de financiación colectiva para otro proyecto de importante presupuesto, lo que disparó las acusaciones de mala gestión y de cancelación del mismo, aunque finalmente, tras mucha incertidumbre, llegaba a mediados de este año para no dejar contento a nadie.
Aquellos que esperaban un sucesor espiritual de la mencionada franquicia 'Mega Man' se dieron de bruces contra la realidad al comprobar que los planteamientos jugables y el estilo se alejaban de la saga y el único parecido entre ambas producciones se encontraba en su personaje. Aquellos que decidieron adentrarse totalmente de cero en el proyecto se encontraron con numerosos bugs, con un diseño de niveles que distaba mucho de lo prometido en la campaña de financiación y un aspecto técnico y una duración muy cortos para los tiempos que corren, aunque eso sí, también cuenta con unos créditos que podrían ser los más largos del sector, ya que se prologan durante cuatro horas al incluir los nombres de todos aquellos que financiaron su desarrollo.