El 31 de Diciembre 2016 | 12:56
Y de un título que se había presentado con una gran expectación ante el público pasamos a otro que ha sufrido su particular montaña rusa de éxito, y lamentablemente no ha sido las únicas subidas y bajas que ha tenido este proyecto publicado finalmente por Deep Silver tras un desarrollo de lo más problemático e incierto por momentos.
Tomando como punto de partida el título original lanzado en 2011 por la malograda THQ y Kaos Studio, este proyecto, que cuenta con unos cinco años de desarrollo a sus espaldas, estaba llamado a ser un importante referente del género, pero todos los problemas ocurridos durante su desarrollo han dado al traste con él hasta el punto de poder ver unas disculpas por parte de su máximo responsable al finalizar los créditos finales.
Acuerdo entre THQ y Crytek
La propietaria de la franquicia por aquél entonces, THQ, quería continuar la franquicia, llegando a un acuerdo para que Crytek Studios, que hacía tan sólo unos años había adquirido al estudio Free Radical, responsables de la exitosa 'TimeSplitters', continuase la labor desarrollada por Kaos Studio con la saga, lo que además le aseguraba contar con un aspecto gráfico impactante, ya que por aquél entonces el estudio alemán gozaba de gran repercusión entre el público por el buen hacer con su motor gráfico CryEngine.
Con el acuerdo ya bajo el brazo, comenzó el desarrollo de este fps con vistas a continuar el modelo visto en la primera entrega, es decir, un aspecto similar a lo visto en otras producciones como 'Call of Duty', pero las dificultades económicas de THQ cambiaron por completo el planteamiento del título. Ahogada por las deudas, la compañía decide vender la franquicia a Crytek Studios, que decide convertirla en el pilar de referencia para su estudio en Reino Unido, cambiando por el camino de un desarrollo cinemático y lineal a un mundo mucho más abierto.
Y esta quizás fue la segunda lanza mortal para el desarrollo. Cuando se realizó esta operación ya había mucha producción avanzada desde la perspectiva de un desarrollo lineal en el que Corea del Norte invadía Estados Unidos y adaptar todos esos elementos a un planteamiento más abierto, aunque excitó a los integrantes del estudio, se convirtió en una tarea complicada de ejecutar, dando como resultado muchos de los problemas jugables con los que nos topamos actualmente.
Entre estos problemas se encuentran numerosos bugs, aunque quizás el más conocido y preocupante era el que impedía avanzar a los jugadores tras una actualización que precisamente estaba destinada a corregir errores. A ello le podemos sumar el tratamiento de la historia, que mantiene la premisa inicial de una invasión norcoreana en suelo estadounidense, pero que hace aguas al entrar de pleno en su desarrollo a través de una narrativa algo torpe y un planteamiento de misiones muy guiado a pesar de estar en un entorno abierto que, por momentos, parece más estético que funcional.
Por momentos recordará mucho a las entregas de 'Far Cry', sólo que en entornos urbanos, lo que tampoco juega a su favor especialmente, sobretodo si estos entornos se vuelven monótonos en encargos igual de monótonos.