El 25 de Marzo 2015 | 08:35
El niño que quería ser director de cine
La obsesión se Kojima es el cine, a poco que conozcáis la figura del creativo, o a poco que arrastréis los ojos por la recopilación de declaraciones que recogemos, veréis que las referencias de Kojima están mucho más en el cine que en los videojuegos. En España tenéis editado El Legado de Big Boss, de Nacho Requena, donde recoge el mar de referencias e ideas en que enlazan la obra del japonés a las artes cinematográficas.
Es una tendencia marcada desde que era niño, y casi cayó de rebote en el mundo del videojuego. En una entrevista para The Guardian en 2012, explica que escribía relatos cortos de niño y adolescente para presentarlos a certámenes y abrir por ahí una puerta el cine: "Quería ganar premios con mis novelas ya que pensaba que esto quizá me ofrecería una oportunidad para hacer una película. Pero no tenía amigos interesados en el cine; nadie que me animara a sacar adelante esa carrera. Ese fue más o menos el momento en el que vi la Nintendo Famicom por primera vez. De manera inmediata se me ocurrió que esto podría ser otra vía para hacer experiencias fílmicas".
Jóvenes talentos
Era un momento en el que las compañías japonesas buscaban jóvenes talentos, y de hecho, hasta ahora Kojima ha desarrollado absolutamente toda su obra entre los muros de Konami: "Comencé a buscar una compañía en la que trabajar y me decidí por Konami. No por el tipo de juegos que estaban haciendo en ese momento, sino más bien porque habían entrado en la bolsa de valores". Aquí vemos cómo Hideo siempre ha picado alto, muy alto. A lo largo del artículo veremos esta idea desarrollada en muchas de sus palabras a lo largo de su excelsa carrera, pero ya desde un primer momento tenía claro que quería llegar a algo grande: "Supongo que se trataba de una cuestión de estatus, pero creí que trabajar para una compañía así podría ayudarme a mostrar mi vocación a la gente de un modo más positivo". Konami tenía los medios para desarrollar videojuegos a un nivel que muy pocas empresas podían en aquel entonces, y con el paso de los años la corporación japonesa ha apostado fuerte, y en no pocas ocasiones, sobre la obra del creador. Eso sí, prácticamente todas sus apuestas fueron ganadoras.
La vinculación con los videojuegos de Hideo Kojima proviene de la comunicación audiovisual, proviene de un aparte de la cultura alzado desde hace décadas al grado de arte. Hoy aún discutimos sobre el estatus de los videojuegos, hoy en 2015, pero Kojima en los 80' ya tenía claro qué estaba haciendo:"Desde el principio confié en estar creando arte. Sentía que el mundo estaba esperando para ver hasta dónde podrían llegar los videojuegos. Fue un incentivo para mi tratar de hacer esto posible".