El 13 de Julio 2015 | 16:36
Tras la muerte de Satoru Iwata es momento de recapitular. La vinculación de Iwata y Nintendo comienza en equipos de desarrollo hasta llegar a presidente de la compañía, pero en este artículo vamos a centrarnos en algunos de sus puntos álgidos como CEO de la empresa.
El sucesor de Yamauchi
Iwata sucedía a Yamauchi en la presidencia de Nintendo en 2002. Con Gamecube en el mercado, Satoru Iwata llegaba para pensar en el futuro, para sembrar aires de cambio en la Gran N que seguramente en la generación de los 128 bits se ancló en una postura en exceso conservadora, sin saber cómo convencer. El nombre en clave de Wii era Revolution, y eso fue lo que supuso Iwata, no sólo para Nintendo, sino para el grueso de la industria del videojuego.
Si por algo pasará a la historia Satoru Iwata será por dos cosas: la primera de ellas es convertir a Nintendo en una mina de oro sin parangón, con su paso por la decana empresa se firma el tiempo de mayor esplendor económico para la compañía; la segunda, íntimamente ligada a los ingresos, es conseguir llevar los videojuegos a públicos de toda edad, perfil y condición.