El 1 de Noviembre 2015 | 09:30
La semana pasada os hablaba del formato episódico y de cómo había cambiado -más o menos- mi forma de entenderlo gracias a la experiencia vivida con 'Life is Strange', título de este formato que disfruté por primera vez sin esperar a que todos los capítulos estuvieran disponibles desde el principio. También os comentaba la importancia que había tenido Telltale Games para que este tipo de formato sea a día de hoy algo común dentro de nuestra industria, sin que a nadie le parezca algo extraño.
Por eso hoy quiero centrarme, de nuevo, en estos juegos que desde hace años se están desarrollando en Telltale Games, desde antes de que se pusieran en el punto de mira de todos los jugadores gracias al estupendo 'The Walking Dead'. Estos juegos tomaban la toma de decisiones y las ramificaciones de la historia como el aspecto fundamental de sus obras, por encima de otras características jugables. Por eso muchos consideran que estos juegos no son en realidad juegos, sino un tipo de "películas interactivas". Sea como fuere, no es un debate relevante ahora mismo ni algo que tengo que ver con lo que quiero comentar.
Este sistema de juego, donde el guión y la trama toman el verdadero protagonismo y donde la interacción del usuario se basa casi exclusivamente a tomar algunas decisiones en momentos puntuales, funcionan muy bien para aplicarse en distintos juegos. Es decir, que es lógico que Telltale apenas haya evolucionado su motor de creación conforme han ido pasando los años.
Si tomamos ese 'The Walking Dead' antes mencionado y lo comparamos con los últimos ejemplos, como pueden ser 'Tales From the Borderlands', 'Juego de Tronos' o incluso 'Minecraft Story Mode', nos daremos cuenta de que no ha variado prácticamente en nada. Y los juegos, si te gusta el formato y disfrutas con la fórmula, son perfectamente satisfactorios. Pero, ¿es suficiente? ¿Telltale puede seguir sacando juegos durante años sin variar al menos un poco su forma de hacer las cosas?
Yo creo que no.