El 27 de Septiembre 2015 | 10:16
En este punto es donde ha comenzado la polémica, que como os he dicho al principio no tiene tanto que ver con el público y los consumidores de videojuegos sino con los demás profesionales de la industria que también trabajan en el desarrollo de éstos. Para evidenciarlo podemos tomar un ejemplo muy gráfico que ha envuelto estos últimos días a un actor de doblaje y un desarrollador.
El actor de doblaje en cuestión es Will Weathon, que escribió un artículo muy amplio en el que, básicamente, hablaba sobre la huelga y la lógica en las condiciones que estaban exigiendo para poder desarrollar su trabajo con total comodidad. Alex Hutchinson -director creativo de Ubisoft Montreal que ha trabajado recientemente en 'Far Cry 4', por ejemplo- le respondió directamente a través de Twitter, mostrándose totalmente contrario a estas exigencias.
En realidad, solo se mostró contrario en una de las condiciones (que ya os he dicho que es la que ha causado polémica), con el bonus de dinero en caso de que el juego supere unas ventas concretas. Su respuesta, literal, fue bastante clara al respecto:
"Si Will Wheaton obtiene royalties de un juego antes que yo o cualquiera de los otros que han gastado años (y no semanas) en él, el sistema está roto."
Como podéis imaginar, entre los miembros de la industria y los actores de doblaje el punto de mayor discrepancia se encuentra ahí: no creen que sea justo que obtengan beneficios económicos si la obra es un éxito, o al menos no que lo hagan antes que otros trabajadores que también han estado trabajando en el proyecto incluso más tiempo.
Por supuesto, cada juego y cada compañía funciona de una manera distinta, y nosotros conocemos varias empresas que sí que aportan ese plus al sueldo de casi todos sus trabajadores si se superan las previsiones de venta, por ejemplo. Lo que exigirían los actores de doblaje para no ir a la huelga es que, al menos ellos, tengan siempre esa posible bonificación.