El 4 de Octubre 2015 | 09:21
Pero entonces algo volvió a cambiar. 'El Rey de los Poseídos', la que iba a ser la tercera expansión del juego, prometía ser la mayor incorporación del juego hasta la fecha. Nada volvería a ser igual desde entonces, sobre todo teniendo en cuenta que Bungie también planeaba incorporar una actualización (la 2.0) que iba a variar en gran medida la forma de entender y de jugar a 'Destiny'. Algo en mí me pedía seguir en el juego, me pedía seguir dentro de su dinámica al menos hasta la llegada de esa nueva expansión. Era el momento para mí: o conseguía aportarme algo para que el juego conseguía conquistarme del todo, o dejaría el juego en la estantería, posiblemente para siempre.
Tuve la suerte de poder probar una de las misiones de la historia de 'Destiny: El Rey de los Poseídos' en Colonia, en la Gamescom de este mismo verano. Y todos los periodistas que estábamos allí coincidíamos en nuestras conclusiones nada más terminar: "Tengo ganas de volver a Destiny". Por fin parecía que Bungie había entendido cuáles eran los problemas principales del juego y había sabido canalizar las críticas recibidas para cambiarlo todo con la nueva expansión y con la actualización 2.0.
Ahora el juego no está corto de contenido (de hecho, hay demasiadas cosas que hacer para mi gusto, que solo le dedico un ratito corto diario) y se ha sabido aplicar una verdadera historia y unas misiones principales mucho más interesantes. Ahora el juego también se puede disfrutar de forma individual y sí que sabe darte motivos suficientes para volver a él, con el compromiso del jugador de regresar por lo menos unas cuantas veces semanales.
El problema, como con todo, es que hemos tenido que esperar demasiado. Y también hemos gastado mucho dinero. Sí que es cierto que los jugadores que quieran adentrarse en 'Destiny' ahora mismo pueden comprar todo el contenido existente hasta el momento por el precio de un juego individual, más o menos, pero los que han estado allí desde el primer día han tenido que esperar un año y gastar unos 140 euros para poder disfrutar de un juego a la altura.
Ese es el punto negro de 'Destiny', pero si valoramos solo la obra en sí, solo cabe destacar el buen trabajo de Bungie para conseguir enganchar a los jugadores y para saber evolucionar el título teniendo en cuenta la opinión de sus propios jugadores. De momento, yo voy a seguir jugando a 'Destiny' y suelo recomendar a nuevos jugadores a los que les llame la atención su compra -con todas las expansiones, eso sí- e incito a los jugadores a los que les gustó en su día pero abandonaron el juego por razones obvias que quizás puedan volver a darle una nueva oportunidad. Eso sí, teniendo en cuenta que hay que gastar dinero.