El 11 de Octubre 2015 | 10:42
Esta adaptación al nuevo mundo azotado por zombis es la siguiente fase del desarrollo de casi cualquier historia que tenga que ver con el apocalipsis protagonizado por muertos vivientes. Primero, la sorpresa, la negación, el odio... después la búsqueda de una solución desesperada, para recuperar a los seres queridos que por desgracia han sido víctimas. Hay un proceso natural que pasa del volver a recuperar la vida normal que hasta entonces los supervivientes habían tenido, hasta que llegan a la fase de aceptación y adaptación. No hay nada que puedan hacer. El final está ahí y lo único que pueden hacer es intentar sobrevivir un día más.
Esa es su nueva realidad y su nueva rutina. Levantarse por la mañana y acabar con zombis, o salir a cazar para poder alimentarse un día más... es lo habitual en sus vidas. El ser humano consigue adaptarse a esta nueva realidad y por eso es cuando comienzan a surgir los mismos problemas de siempre, comentados anteriormente. Las personas tienen unos valores positivos pero también tienen otros muchos muy negativos, y cuando consiguen acostumbrarse a esta nueva realidad entre zombis vuelven a brotar y a generar problemas.
Eso es lo que nos indica precisamente que el ser humano es especial. Casi ninguna otra raza del planeta comparte estas características tan negativas. 'The Walking Dead' sabe adaptar al espectador o al lector de la misma manera que a los personajes protagonistas: ya no solo se trata de sobrevivir ante los zombis y ante el peligro que se avecina; ahora se trata de sobrevivir frente a otros seres humanos, que realmente son el verdadero peligro.
Hay algo que damos por hecho cuando somos plenamente conscientes de cómo es el comportamiento humano, y de cómo siempre será imposible que un grupo de personas trabajen siempre al unísono y no surjan problemas (mayores o menores entre ellos). En realidad, los zombis no serían un gran problema llegado cierto momento, ya que una colaboración y un contexto adecuado podrían proporcionar lo suficiente para que varios supervivientes pudiesen adaptarse a una nueva vida casi sin peligro. Pero eso jamás llegará, por culpa de ellos mismos.