El 26 de Febrero 2017 | 22:23
En el siglo XXI, a pesar de los grandes avances en el mundo de la medicina, todavía contamos una serie de enfermedades que no conocen cura y que hacen de la vida de las personas que las padecen un continuo sufrimiento. Entre ellas existe un tipo de afección, la dolencia mortal más frecuente en la raza blanca, que sufre un español de cada 5.000 nacidos.
Hablamos de la fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que porta uno de cada 35 habitantes en nuestro país, pero al tratarse de un gen regresivo, es decir, solo afecta si tanto la madre como el padre portan el gen defectuoso, no todas las personas que tengan la afección sufrirán la enfermedad. Según la Federación Española contra la Fibrosis Quística, se calcula que 1.600.000 españoles son portadores del gen defectuoso que provoca esta afección, pero a pesar de ello, sigue siendo una de las enfermedades más desconocidas.
La dureza de la fibrosis quística radica en que la esperanza de vida de las personas que sufren esta enfermedad es bastante reducida. Los últimos logros referentes a esta patología, siempre asociada al campo de la pediatría por la baja esperanza de vida de los enfermos, están consiguiendo que el 45,75% de los afectados sean mayores de 14 años en nuestro país, según informa la Federación Española de Fibrosis Quística, datos que si comparamos con los años 30 del siglo pasado, la media de la esperanza de vida se situaba en 30 años, cifras que demuestran una evolución muy positiva para los enfermos.
Los órganos que más suelen dañarse son los pulmones, sobre todo por la continua y paulatina degradación y la pérdida de funcionalidad de los mismos. Correr, saltar o moverse se traducen en tareas muy duras para los enfermos, que recordemos que en la mayoría de los casos se tratan de niños pequeños y jóvenes en edad de estar en movimiento y de hacer un desgaste físico continuo.
Flower Garden
Un ejemplo fue el juego creado en 2011 por David Day, profesor de Matemáticas y Computación de la Universidad de Derby (Inglaterra), llamado 'Flower Garden'. En la búsqueda de mejorar la situación de su hija, enferma con esta patología y obligada a respirar durante diez minutos al día a través de un respirador para evitar el encharcamientos de sus pulmones, el profesor Day sacó partido a la jugabilidad para mejorar la experiencia diaria de su hija.
El juego consistía en que los niños podían controlar la intensidad de su respiración, ya que se unían los tubos respiradores al ordenador y al juego, pudiendo exhalar más o menos dependiendo de las flores que quisieran mover o soplar. Este hecho produjo un cambio de actitud de su hija ante su tratamiento, además de la mejora de su capacidad pulmonar. 'Flower Garden' hizo que esta pequeña paciente mejorara ante su tratamiento y se divirtiera a la vez, por lo que apenas un año después de su creación, el juego fue comercializado con un gran éxito.