Por Marco Gonzálvez
El 5 de Junio 2017 | 09:10
'D4: Dark Dreams Don't Die'
Parece de locos, pero un juego ideado por la mente de Hidetaka Suehiro se lanzó con un formato episódico y como exclusiva para plataformas Microsoft y aún así no consiguió ni un poquito de cariño de parte de los usuarios de Xbox One, de hecho el proyecto acabo cancelado y actualmente su historia está incompleta. Pero a pesar de la situación en la que acabo esta nueva licencia no podemos dejar de recomendar nada que salga de la mente detrás de genialidades dentro de los juegos de autor como 'Deadly Premonition'.
'Kameo: Elements of Power'
En el catálogo de Xbox One los plataformas en tres dimensiones no abundan y por ello no hay que tener miedo a echar mano del catálogo de Xbox 360 para rescatar una divertidísima licencia como es 'Kameo', que nos ponía en la piel de una joven con poderes mágicos que le permitían convertirse en distintas criaturas con poderes que combinar para solventar situaciones de combate, plataformas y rompecabezas por igual.
'Perfect Dark Zero'
Si llegaste tarde a la época dorada de Rare y te preguntas por qué tanta gente llora la ausencia de nuevos trabajos a la altura de sus obras más emblemáticas, echar unas partidas a este FPS de la vieja escuela te responderá parte de tus dudas. Hablamos de la precuela del 'Perfect Dark' que ya triunfó en Nintendo 64, un juego realmente redondo por el que más de un jugador conserva su Xbox 360 en un altar. Hay que tener en cuenta también que los años pasan para todos si se quiere disfrutar de esta joya sin prejuicios.
'Viva Piñata' y 'Viva Piñata: Trouble in Paradise'
En su día los más prejuiciosos arqueaban las cejas al ver un juego de esta franquicia en movimiento, pero de nuevo estamos ante una genialidad de la Rare lúcida. La cosa iba de gestionar, cuidar y hacer crecer un jardín en el que habitaban animales piñata, tal y como suena. No solo era muy divertido, también desafiante como el más terrible de los juegos de supervivencia, pues los ataques a nuestra granja rellena de golosinas eran constantes y brutales. Bajo un aspecto adorable se escondía un juego de evitar masacres a manos de zorros piñata. Era una licencia con todo lo que hacía grande a Rare, muchas horas de partidas variadas, muchos secretos por descubrir, entornos ricos en detalle y mucho sentido del humor.