El 6 de Septiembre 2016 | 10:23
No se puede decir que Una noche en Karazhan haya aportado cartas neutrales de calidad, y seguramente aquí resida el mayor punto débil de esta aventura. Aún así, algunas de ellas sí son jugables y se mantendrán en el metajuego. Estas son:
- Gigante arcano
La única carta épica de la aventura parece especialmente diseñada para jugarse en un mazo tempo de Mago, aunque en realidad es posible incorporarla a cualquiera basado en hechizos que lleve a Yogg'Saron. Sin embargo, se han visto mazos de Guerrero que, tras lanzar muchos hechizos, este Gigante arcano sale prácticamente gratis. Si a esto se le une Ira interna más Cargar, da como resultado un mazo OTK bastante a tener en cuenta.
- Vermis de biblioteca
No está aquí por ser buena carta, sino más bien por ser la única que se está viendo por ahora de entre las de rareza poco común. Algunos mazos de Paladín de dragones la llevan, pero su muy alto coste y su efecto, que depende de que tengamos un dragón en mano, no la hacen ser tan buena como debería. Tal vez por un cristal de maná menos...
- Historiadora Rencor Abisal
Otra carta no buena, pero sí aceptable. Con un coste superior al de otros esbirros con la misma presencia (Vermis de maná, Abisario...), puede tener un hueco en cualquier baraja de dragones. Puede, pero tampoco es de esas que hay que llevar sí o sí y es posible que desaparezca del meta... si es que alguna vez llega a estar en él.
- Araña de despensa
Siendo bestia, este esbirro puede tener cabida en mazos de Cazador, ya que por 3 de maná, nos coloca a dos de estos esbirros en mesa. No es su presencia lo que la hace decente, sino más bien la posibilidad de combarla con Matar, Maestro de canes, etc...
- Herrero arcano
Esta carta no es buena, pero solo reduciendo su coste en un maná podrían haberla hecho jugable en mazos de control, y habría sido ideal para mantener a raya la agresión de mazos como Chamán Aggro. Sin embargo, ese 0/5 que invoca no es tan difícil de eliminar, a la par que su valor nulo de ataque solo sirve para ralentizar el ataque rival y nunca para limpiar la mesa.