El 28 de Octubre 2016 | 09:46
4. De Coppola, 'Drácula de Bram Stoker', con Gary Oldman
En un momento en el que Winona Ryder ha levantado tanta expectación con 'Stranger Things', debemos recordar los grandes momentos que pasamos con ella en el cine. Y uno de ellos es 'Drácula de Bram Stoker'. No le habrán dado un Oscar aún, pero una de las interpretaciones más memorables de Gary Oldman ha sido la de Conde Drácula. Al igual que en las leyendas de brujas, al vampiro le vemos desde el joven y seductor príncipe, hasta el viejo, arrugado, inquietante y enfadadizo conde, pasando por un bicho peludo a una mutación entre vampiro y murciélago gigante. El título de la película no es casualidad, ni una redundancia innecesaria, pues se trata de la obra cinematográfica más fiel a la novela, excepto porque varía la personalidad de ciertos personajes.
La historia de este Drácula es romántica y apasionada, dos facetas que se entremezclan con el terror, uno de los elementos más atractivos de la adaptación. Drácula, aunque malvado, parece convertirse en todo lo contrario cuando se encuentra cerca de su amada Mina, que clásicamente es una réplica exacta de la que fuera su mujer allá por los tiempos en que era Vlad. Ante la posibilidad de convertirla en vampiro, no se atreve a condenarla a esa vida como la suya.
5. La nueva, 'Drácula: La leyenda jamás contada'. con Luke Evans
Esta es una de las últimas adaptaciones de la figura del conde Drácula al cine, y aunque no esté a la altura de muchas de sus predecesoras, e incluso fue vapuleada por la crítica, a nosotros (a mí) nos ha gustado. En un principio, ésta iba a ser el primer reboot que Universal haría para traer de nuevo a los monstruos clásicos que la productora llevó al cine en la primera mitad del siglo pasado, pero el resultado no fue el esperado. Por ello, esta nueva retahíla de clásicos del terror comenzará en 2017 con La Momia, y también habrá un nuevo intento para Drácula.
En 'Drácula: La leyenda jamás contada', Luke Evans es quien encarna a Vlad el Empalador, primero, y a Drácula tras su adquisición de nuevas "cualidades". La historia va sobre su transformación, el cómo y el por qué, pero lo curioso es que nos muestra a un Vlad, hijo de Dracul, bueno. Vamos, o antes de que comenzara su maldad, a la que todos llegaríamos si nos convirtiésemos en una máquina insaciable de sangre humana y encima tuviéramos ciertas desavenencias familiares. Las luchas aparentemente imposibles contra los Turcos hace que te venga cierto recuerdo a '300', y lo de convertirse en una nube de murciélagos es muy 'Batman Begins'. No obstante, pese a que no sea tan buena, no perderemos el tiempo viéndola. Nos da una nueva interpretación del personaje que los más conservadores detestan, pero merece la pena conocerla.