El 26 de Marzo 2019 | 18:20
'Sekiro: Shadows Diez Twice' ya se encuentra entre nosotros. Lo nuevo de From Software, con Hidetaka Miyazaki al cargo eleva una vez más la fórmula y nos plantea un desafío que ningún guerrero que haya salido ileso de Boletaria, Lordran, Drangleic, Lothric o Yharnam podía imaginar. Sobrevivir a esta visión oscura de Japón es difícil, muy difícil. Pero no es imposible y hay elementos que ayudan a sobrellevarlo. Eso sí, seguir una guía no es suficiente para evitar que lo único capaz de asegurar el éxito sea la perfección a los mandos. No obstante, sí que resulta recomendable comprender varios conceptos y condicionantes con los que vamos a ayudaros a que os sintáis un poquito más cómodos en este mundo hostil.
Olvidad todo lo que habéis aprendido
Porque esto ni es 'Dark Souls', ni es 'Bloodborne'. Porque en este nuevo universo cualquier enemigo puede suponeros tantos problemas como el mismísimo Artorias, Caminante del Aismo. Y es que aquí hay mini jefes tan duros como los enemigos finales de otros títulos del estudio japonés. No; no es una broma de mal gusto. Olvidad todo lo que habéis aprendido en el resto de juegos creados por Miyazaki porque la forma de luchar es completamente distinta y confiar en los logros cosechados en ellos es un camino perfecto hacia una muerte inmediata.
Ídolos del escultor, vuestro centro de operaciones: Vale, dejaremos que los llaméis hogueras porque sé que lo estáis deseando. Ya sabéis: os permiten restableceros, viajar a otros lugares y, especialmente, adquirir habilidades y aumentar vuestros atributos de fuerza y vitalidad. Eso sí, para ello necesitáis experiencia, recuerdos de combate (jefes finales) y cuentas de oración (mini jefes), respectivamente.
No pegues más fuerte; pega mejor: En 'Sekiro', tanto vuestros ataques como los del enemigo pueden ser desviados. Deben ser desviados, mejor dicho. Pulsar el botón L1 (En PS4) en el momento justo es el único modo de lograr que el enemigo no te haga daño y se canse conforme avanza el combate. No tengáis prisa por derrotarle, porque si es capaz de asestaros un golpe ya habrá ganado el 70% del mismo. Ya sean enemigos normales o jefes finales, desviar golpes es el único camino sensato hacia la victoria. Cuando un rival ejecute un combo, debéis machacar L1 para responder a todos sus movimientos e intentar colarle algún golpe. No importa si él también es capaz de bloquearos, el objetivo no siempre es dañar su vitalidad sino lograr que su postura se rompa con la acumulación de cansancio para posteriormente rematarlo de un golpe final.
Explora desde las alturas: Siempre que podáis, situaros en las alturas gracias al gancho o la escalada. Planificad cada movimiento, estudiad el entorno y localizad a todos los peligros que esperan en él. Moveos poco a poco eliminando enemigos desde las sombras; realizando ataques letales con salto o escondidos en la hierba o las paredes. Aquí es prácticamente imposible salir ileso de un encuentro frontal ante dos o más enemigos. Si las cosas no salen bien, que no os de vergüenza salir corriendo y esconderos hasta que los rivales concluyan su estado de alerta y podáis comenzar de nuevo la infiltración.
Mini Jefes:
La entrada ideal al combate: Los enemigos con nombre propio son mini jefes que debéis derrotar. Generalmente, son muy duros y plantean batallas equivalentes a cualquier jefe final que hayáis visto en otros juegos de From Software. Si prestáis atención veréis que tienen dos barras de vida o lo que es lo mismo: necesitáis asestarle dos golpes finales para acabar con ellos. Pero esto tiene truco, ya que el primero de ellos puede —y debe— ser inmediato gracias a la posibilidad de comenzar el combate desde las sombras. Eso sí, una vez lo hagáis, el segundo golpe letal os tocará lograrlo a base de luchar, ya que una vez sorprendido, estos enemigos no perderán nunca el estado de alerta. Ojo, no funciona salir corriendo y volver al sigilo; si lo hacéis, recuperarán su salud por completo y el combate comenzará desde cero. Esto está diseñado para daros la oportunidad de usar la estrategia para ahorraros un 50% de la batalla, pero la otra mitad deberéis librarla de tú a tú.Mini Jefes (otra vez): Por si habéis pensado que lo mejor es evitarlos, nada más lejos de la realidad: es vital acabar con ellos. Primero, porque algunos generan barreras de niebla y no os permiten seguir avanzando hasta que no hayan muerto y segundo, porque estos rivales dejan caer una cuenta de oración, un objeto único del que necesitáis cuatro unidades para aumentar un punto vuestra barra de salud permanentemente. En 'Sekiro', el desarrollo de Lobo es lento, pero la diferencia entre tener un valor más o menos resulta trascendental y es capaz de marcar la diferencia en el devenir de la aventura.