El 23 de Diciembre 2016 | 12:32
'Final Fantasy IV' (Squaresoft)
Al igual que ocurrió en la saga 'Dragon Quest', 'Final Fantasy' también tuvo en SNES los mejores representantes hasta el momento. Y no es solo una cuestión lógica, en la que los gráficos y la tecnología del momento tuvieran toda la culpa (aunque en parte sí lo fuera, o ayudara a las ventas), sino que también hablamos de entregas que supusieron un antes y un después en aspectos tan importantes como el argumento, la evolución del género a nivel jugable, o por supuesto elementos que aparecían por primera vez en la saga, y que posteriormente la han acompañado hasta los días actuales. Y para muchos, 'Final Fantasy IV' es una de las mejores entregas de toda la historia de la saga, y una de las más infravaloradas dentro de las más clásicas. Y no me extraña; por primera vez introducía un argumento lleno de giros, momentos dramáticos, y sobre todo personajes marcados por el destino. También se eliminaron los trabajos que tanto gustaron en su día, en favor de lo que hoy en día tanto reclaman algunos fans en el remake de 'Final Fantasy VII': el sistema ATB, o BTA si preferimos referirnos a él como el sistema de Batalla en Tiempo Activo.
Personalmente lo tengo muy claro: su historia es una de las mejores de la franquicia, sorprende incluso a día de hoy, y además es realmente emotiva. Pero además, tampoco puedo olvidar algunos detalles que en su día me maravillaron: por un lado el uso del genial Modo 7 de Super Nintendo, que dejó boquiabiertos a muchos jugadores en el mapamundi; y por otro la aparición por primera vez del genial Chocobo Negro. Porque, aunque los Chocobos ya habían aparecido inicialmente en la segunda entrega de la saga, fue aquí donde adquirieron "poderes" tan importantes como la capacidad de volar. Y eso es algo que, aunque puede parecer un detalle menor, desde mi punto de vista también fue el inicio de un sinfín de sidequests y de secretos, que en entregas posteriores harían las delicias de los fans más puristas del género. Por si fuera poco, hoy en día es posible disfrutar de esta entrega en muchas plataformas distintas. Siendo la de PSP (jugable en PS Vita a nivel digital), la de Nintendo DS, y las de dispositivos móviles las más asequibles y accesibles. Aunque cabe decir que la de DS es en realidad un remake que cambia la dificultad del juego, así como el apartado gráfico (en 3D). También lo podéis encontrar en plataformas como PSX (en el 'Anthology' que también lleva el V), GBA, o hasta WonderSwan Color. Pero, evidentemente esas versiones son muy caras.
'Final Fantasy V' (Squaresoft)
Aunque desde mi punto de vista, 'Final Fantasy V' es seguramente el menos agraciado de los tres 'Final Fantasy' que aparecieron en SNES, también soy consciente de que esto no es un sinónimo de que el juego no sea excelente. Más bien lo es porque los otros dos son obras maestras. Y aún así, 'Final Fantasy V' es un título realmente imprescindible. Bastante continuísta (normal, teniendo en cuenta que salió solo un año más tarde que el IV, en 1992). Aún con todo, tiene un mérito de valor incalculable, y que supone un valor añadido que no tenían ni la cuarta entrega, ni la posterior (la sexta): retomó el sistema de trabajos de la primera y de la tercera entrega, y lo expandió hasta límites insospechados. Y lo mejor de todo, es que aún volviendo a los trabajos, también mantiene el sistema ATB nacido en 'Final Fantasy IV'. En definitiva, seguramente es el juego de la franquicia con las mejores batallas hasta la fecha, no solo por la diversión de la gran variedad de habilidades a nuestra disposición, sino también por la profundidad a la hora de subirlas de nivel, por ejemplo.
A todo eso le tenéis que sumar la posibilidad de combinar varias clases y habilidades para crear habilidades completamente exclusivas, y tenéis delante uno de esos juegos en los que toquetear menús y pasar rato planificando nuestra evolución nunca llega a aburrir. Por si fuera poco, 'Final Fantasy V' tiene el honor de ser el primer juego de la franquicia en el que las sidequests y los jefes opcionales más importantes hacen acto de aparición. No solo disponíamos de eventos en los que el tiempo era vital (por ejemplo, antes de que explote un castillo), sino que las temibles 'Armas' nos pondrían las cosas muy difíciles si queríamos explotar el cartucho al máximo. Puede que su argumento vuelva a ser bastante más tópico, alejándose del misticismo y el dramatismo de la cuarta entrega, el único motivo por el cual lo veo inferior al cuarto, pero al mismo tiempo creo que sirvió de inspiración para argumentos que, años más tarde, nos enamorarían a todos. Y lo digo porque de alguna forma, aquí empezaron los temas relacionados con la vida del planeta, su energía, y los meteoritos. Os suena de algo, ¿verdad? En conclusión, otro título del género que hay que jugar sí o sí, y que además también se encuentra a buenos precios. Sobre todo en la versión de la PS Store (equivale a la de PSX), en la Consola Virtual de Nintendo, o incluso en PC.
'Final Fantasy VI' (Squaresoft)
Como era de esperar, cerramos el círculo con el último de los tres 'Final Fantasy' aparecidos en SNES, y para muchos no solo con el mejor de todos, sino incluso con una de las mejores entregas de la franquicia, sino la mejor. Personalmente siempre me decantaré por las de PSX, pero tengo que admitir que 'Final Fantasy VI' es una obra maestra en todo su esplendor. Ya sea por sus personajes, numerosos y tremendamente carismáticos; las invocaciones, que escondían múltiples secretos y abundaban; su argumento, que giraba en torno a un mundo gobernado por un imperio cruel; o incluso su despótico, asqueroso, y repugnante villano, que nos enamoró por completo. Pero la cuestión, es que es uno de los juegos más completos del género en la época de 16 bits, e incluso un digno rival para un mito como 'Chrono Trigger'. A nivel del sistema de batallas, también amplió mucho las posibilidades, y además, seguramente estamos hablando del 'Final Fantasy' más largo hasta aquel momento.
Pero si tuviera que quedarme solo con una de las grandes virtudes de 'Final Fantasy VI' yo no lo dudaría ni un solo instante: su preciosa BSO. Nobuo Uematsu estuvo realmente inspirado en aquella entrega, para ofrecernos una banda sonora a la altura de entregas tan importantes como 'Final Fantasy VII', y con la capacidad de adaptarse a las mil maravillas a cada momento del argumento, cosa que no todos los juegos saben resolver tan bien. Añadidle elementos tan importantes como los secretos, que en esta entrega se cuentan por decenas y decenas, o todas las virtudes que la saga había tenido hasta el momento (chocobos, un mapamundi cada vez más currado, más elementos de personalización si cabe...) y tenéis delante un juego que a buen seguro estaría en el Top5 del género y de aquella generación. Sin ir más lejos, los compañeros de IGN lo listaron como el mejor videojuego de la historia en su día. Y aunque quizá yo no diría tanto, es una buena muestra de que, si a nivel subjetivo te enamora, podría convertirse también en tu favorito.
'Final Fantasy Mystic Quest' / 'Mystic Quest Legend' (Squaresoft)
He aquí una de las dos particularidades de mi lista. Un juego que algunos no habrían puesto jamás en este reportaje, y que sin embargo merece la atención de todos los fanáticos de Super Nintendo. Sobre todo porque, aunque en su día se tachó el juego de "sencillo", "infantil" o "insulso", desde mi punto de vista no solo era una afirmación exagerada, sino que no tuvieron en cuenta un detalle muy importante: la versión japonesa que salió después, y en la cual se basó la europea (que aquí se llamó 'Mystic Quest Legend') cambió considerablemente, aumentando la dificultad y añadiendo aspectos importantes para darle profundidad al desarrollo. ¿Por qué lo cuento? Básicamente porque si veis por ahí algunas reviews que no lo ponen muy bien, si os fijáis son las correspondientes a la versión americana, que a su vez fue la original. Aquí corrió mayor suerte, y de él se destacaron varios aspectos, como la banda sonora, o la mezcla entre RPG por turnos y RPG de acción. Personalmente es un juego al que le tengo mucho cariño porque en su día me pareció realmente distinto a todo lo que había jugado.
Efectivamente es un juego más directo, que basándose en la licencia de 'Final Fantasy', suprimió varios aspectos para hacerlo más accesible a un gran público (muy pocos menús que tocar, básicamente). Pero no por ello dejaba de tener una de las bandas sonoras más épicas que he escuchado nunca, con una música de batallas que tenéis que conocer sí o sí, y sobre todo de ofrecer unas mazmorras geniales, donde los combates eran por turnos, pero en las cuales los enemigos no aparecían de forma aleatoria. Y cuando eso se mezclaba con la exploración del escenario, pudiendo decidir si pasar por ciertos sitios o no, la diversión aumentaba. Pero si 'Mystic Quest Legend' (ojo, no confundir con el 'Mystic Quest' que corresponde a la primera entrega de la saga 'Mana' en Europa) tiene algo realmente especial, ese algo es el sistema de juego, a caballo entre los turnos y la acción. Ya te hemos contado como transcurren las batallas, pero lo interesante es que fuera de las mismas, el personaje podía realizar acciones como saltar, o incluso usar el arma, lo que hacía que la interacción con el escenario fuera realmente divertida. Puede que no tenga una historia genial, carece de mapamundi como tal, y está muy simplificado. Pero en lo que pretende ofrecer, no tiene rival en la época, y eso es mucho decir.
'Illusion of Time / Gaia' (Enix)
Los Action RPG no abundaban tanto en aquella época como los juegos de rol por turnos (ahora es al revés, ¿eh?), pero la verdad es que cuando llegaban, pegaban muy fuerte. Y la cuestión es que ya no eran cosa solo de 'Link' o de la saga 'Mana' ('Seiken Densetsu'), sino que otras compañías como la majestuosa 'Enix' también quería su ramificación de acción para compaginar los lanzamientos de 'Dragon Quest'. Y aunque en este caso no era algo realmente oficial, bien podríamos decir que, por calidad, 'Illusion of Time' (conocido como 'Illusion of Gaia' en Japón) no tiene nada que envidiar a la saga 'Mana'. Porque ofreció un juego realmente mágico, de aquellos que, a pesar de carecer de cierta profundidad jugable y narrativa, nos atrapan sin remedio, y cuyas experiencias resultan tan arrebatadoras tanto si lo jugábamos en su época, como si lo descubrimos ahora. Porque, bajo la piel de 'Will' (nuestro protagonista), viviremos una historia muy emotiva en la que, mientras intentamos averiguar dónde está nuestro padre, también debemos preocuparnos de un cometa que amenaza con traer la destrucción al mundo.
Aunque su jugabilidad y desarrollo son algo simples, pues el sistema de combate no ofrece mucho más que un simple cuerpo a cuerpo con distintas habilidades y la posibilidad de alternar entre un par de personajes (hay más, pero solo dos controlables), la verdad es que es realmente adictivo. Contínuamente desearemos descubrir nuevos ataques, magias, habilidades, así como conocer un poco más acerca de ese futuro tan negro que le espera a nuestro planeta. Y todo eso, junto a una banda sonora bastante particular (y muy bonita), crea un conjunto digno de admirar. En su momento quizá era un problema el que el juego no resultara tan largo como otras producciones del mismo género; hoy, me resulta imposible no verlo como una pequeña virtud. No ofrece sidequests, ni enemigos extra; ni siquiera es posible volver a lugares por los que ya hemos pasado. Pero eso se traduce en la posibilidad de disfrutar intensamente de su historia y de su jugabilidad, así como de la posibilidad de rejugarlo muy de vez en cuando. Tienes que probarlo. Eso sí, el original sale por un ojo de la cara...