Por El 2 de Octubre 2019 | 11:30
'GRID' no apunta a ser otro juego de coches. Codemasters se encarga de la cuarta entrega de una franquicia que lleva sus años preparándose para su gran regreso, y quién mejor que ellos mismos para hacerse cargo de un título de conducción tan cargado en su realismo, su sensación de emoción al volante y su voluminosa cantidad de contenido.
Hemos podido probar el juego en primera mano y asistir a la presentación del título en Madrid, que contaba con la mismísima presencia de Fernando Alonso. El piloto de primera se ha encargado como consultor de que esta sea la versión definitiva de la saga, una a la que lleva tiempo jugando. Pero no nos adelantemos. Lo primero es conocer en profundidad los puntos fuertes de 'GRID'.
Campeón del volante
La emoción de las carreras se transmite desde el primer minuto de juego en el que tomamos el volante. La acción se desencadena con una carrera emocionante que pasa a señalarnos nuestro auténtico objetivo nada más terminar, el GRID World Series. Si queremos destacar como uno de los mejores pilotos del mundo tendremos que hacernos paso hasta esta serie de torneos, lo que nos permitirá volver a alzarnos como los auténticos amos del asfalto.
Llegar no va a ser fácil: va a costarnos tiempo y esfuerzo. No es uno sólo el camino que podemos recorrer para llegar a esta modalidad, sino que podemos entrar en una gran cantidad de rutas para llegar hasta ese punto, todos ellos con toda una decena de circuitos compuestos por varias carreras. Desde luego contenido no nos va a faltar en el modo campaña, porque tendremos cientos de horas enpaquetadas en todas estas posibilidades que se abren para nosotros en toda clase de torneos que se actualizan para traernos pistas de todo tipo. De hecho la gracia de estas carreras está en que sus localizaciones se mueven por todo el mundo, pasando por lugares recreados como La Habana, San Francisco e incluso las mismísimas calles de Barcelona: no sólo vamos a ver pistas de carreras, no, sino que podemos trasladarnos a las propias ciudades si el juego así lo exige.
Sumad a este enorme número de pistas los vehículos disponibles y el contenido a nuestra disposición se cuantifica al cubo. Pasamos de clásicos como el Porsch 911 hasta cochazos de más reciente índole como el Ford GT40, todos disponibles para su compra en las diferentes modalidades en las que tengamos que correr. Nuestra manera de adquirirlos será con la propia moneda del juego, economía que se ve solventada por cuantas más carreras ganes e, importante, menos daños sufra tu coche durante el trayecto. Porque las reparaciones alguien tendrá que pagarlas...
Rey del asfalto
Lo más interesante de 'GRID' quizás no sean sus números, sino los nombres que le acompañan. Podremos encontrarnos con corredores famosos en el mundo entero que intentarán con todo su ímpetu pisarnos los talones, a lo cual podemos responder como veamos con un punto de intensidad adicional: nuestros enemigos no olvidan. Si nos enfrentamos mucho a alguien, nos la puede tener jurada en las siguientes carreras.
De un modo similar a otros títulos, 'GRID' nos invita a crear nuestra propia historia a través de la creación de un némesis personal, ese enemigo con el que no dejas de cruzarte y cuyo nombre te provoca chirriar los dientes cada vez que lo lees en pantalla. Cómportate con ellos de manera agresiva y te contestarán con una IA centrada en la venganza. No te van a dejar pasar una.
Que no os suene especialmente intimidatorio, porque nos ha dado la sensación con aproximadamente una hora de juego que este es uno de los títulos más accesibles del género en cuanto a carreras serias y realismo exigente se refiere. Podemos ajustar la dificultad, por supuesto, pero lo que importa es la sensación que nos transmite la carretera. Es algo a lo que hay que tener respeto, pero que nos contesta de igual manera con que prestemos un poco de atención: los diferentes terrenos, la clase de vehículo que manejamos, todo se puede notar cada vez que apretamos el gatillo de aceleración. Esto beneficia tanto a jugadores diestros como a quienes estén más desorientados, quienes con haber conducido un coche real se podrán sentir un poco más cerca de casa.