El 28 de Diciembre 2015 | 17:58
Pero, al margen de esto, ¿qué ofrecía Granada Gaming Festival? Al subir por las escaleras de caracol, te adentrabas en la zona de merchandising. Quizás pudiera parecer que el recinto estaba demasiado abarrotado o que reinaba el caos, pero si apartabas de tu vista peluches, camisetas y figuras, se abría paso la zona de desarrolladores. Aquí veo necesario detenerme unos instantes. Este rincón de Granada Gaming Festival lo merece.
No es el primer evento que cubro, ni mucho menos. Sin embargo, de nuevo, la distribución tan buena que se hizo en la zona de desarrollo fue espectacular. Los diferentes estudios estaban salpicados por todo el vestíbulo mediante pequeños stands. De esta manera, una invitación silenciosa obligaba a los asistentes a sentarse y disfrutar de aquello que los creadores tuvieran que contar, que te hablaran de aquel aspecto de su juego que querían pulir o del que estaban más orgullosos.
Entre los juegos que tuve el placer de probar, quiero destacar a 'Walk Boy' de Upware Studios, un juego de plataformas en el que tienes que evitar hacer los mínimos cambios posibles en las diferentes etapas históricas que tendremos que recorrer... De lo contrario, la dificultad irá aumentando hasta límites absurdos. 'Yokai Sword' de Chloroplast Games, un hack and slash de uno o dos jugadores en el que tendremos que derrotar a hordas de enemigos. 'The Cat Sidhe', del estudio Illusions Shard, nos llevará de vuelta a los arcade noventeros o el revolucionario 'I'm nothing', de Eduardo Verzinsky, en el que nos metemos en la piel de un poeta bajo arresto domiciliario y tendremos que ayudarle a encontrar su inspiración. Así mismo, 'Z-Files: Infection' de Greyman Studios, fue el que más me impactó. Con una ambientación zombie y música rock compuesta por ellos mismos, Greyman Studios nos presenta un videojuego narrativo con estética de cómic ochentero. El combate será por turno y lanzando dados y, además, tendremos que tomar decisiones para que se vaya desarrollando la historia. En ese sentido, me recordó a los juegos de Telltale Games, con lo que me pareció una apuesta arriesgada pero que funciona muy bien para el tipo de contenido que querían mostrar.
Son equipos pequeños, que pueden estar compuestos incluso por una sola persona. Pero es gente que tiene la capacidad para poder sacar un videojuego en un día y demostrar al mundo que los sueños están al alcance de la mano.
Por este motivo, me entristece que a nivel estatal no se valore más a esta pequeña industria que está surgiendo. Como escuché decir a muchos "esta industria la estamos haciendo nosotros". Es una empresa ciudadana, un empeño social que nada le debe al Gobierno central y que se mantiene a flote porque la vida así lo quiere. Es de admirar cómo son conscientes de lo arriesgado que es este sector y, sin embargo, allí estaban: con sus juegos preparados en pocos meses, sus tarjetas, su propio merchandising y una sonrisa para todos los curiosos que se acercaran a su stand. Es curioso cuando en los medios de comunicación se nos vende la idea de que en España no hay iniciativa empresarial. Les invitaría a que se dieran un paseo por una de estas ferias. No me sentí defraudada.