El 28 de Diciembre 2015 | 17:58
Hay una palabra que resaltaría, sin lugar a dudas, de este evento: cercanía. Representa fielmente la sensación que me llevé de Granada Gaming Festival 2015. Probablemente os parezca una nimiedad, pero en ese caso me veo en la obligación de pediros que os vayáis de mi crónica. ¿Os quedáis? Estupendo.
El hecho de que el recinto fuera, digamos, limitado, provocó el efecto de que prensa, desarrolladores, conferenciantes y organizadores nos sintiéramos mucho más dispuestos a la conversación y, por tanto, al intercambio de ideas. Surgieron, os aseguro, muy buenos temas que darían para más de un artículo de opinión. Para mí, como periodista, eso es lo más bonito que puede suceder en un evento de este tipo. Aprender de aquellos que están dentro de la industria, escuchar sus opiniones y poder debatir con ellos acerca de lo bueno y lo malo de la prensa especializada en videojuegos, es muy enriquecedor a nivel profesional.
En este sentido, quería empezar este texto felicitando a la organización. Una buena distribución del espacio ha hecho posible que los asistentes disfrutáramos de tres días en los que el videojuego pudo ser el protagonista.
Aprovechando que han pasado unas semanas desde que terminó el evento, que me ha dado tiempo a asimilarlo todo y que me he asegurado de poder traspasaros a estas líneas mi experiencia, os dejo con mi crónica de Granada Gaming Festival 2015, un evento en el que he aprendido mucho, tanto a nivel profesional como personal.