El 3 de Agosto 2015 | 17:45
El no tan grande pero sí ambicioso estudio polaco CD Projekt se hizo un nombre realmente en la pasada generación, cuando tras un discreto 'The Witcher', lanzaron 'The Witcher 2: Assassin of Kings' en Xbox 360 y PC, conquistando a todo fan del RPG occidental. Cuando anunciaron que por primera vez la franquicia se desenvolvería en un mundo abierto, el hype no hizo sino aumentar aún más, haciéndolo de paso multiplataforma, ya que también debutaba en consolas PlayStation. Las promesas eran, además de ese mencionado mundo abierto, una historia con un interés por encima de la media del género, cómo nuestras decisiones afectarían a este hilo argumental y por último, un sistema de combate mejorado respecto a entregas anteriores. ¿Cumplió 'The Witcher 3: Wild Hunt'?
Personalmente creo que sí, aunque a medias. En cuanto al mundo abierto no hay nada que objetar, realmente el terreno a explorar es muy extenso y encontramos pueblos, emplazamientos de bandidos, guaridas de monstruos, etc... que nos hacen sentir en un universo vivo, aunque no tanto como cabía esperar. Al fin y al cabo, no es difícil dirigirse de un punto A a un punto B, ambos separados por una distancia considerable, y no encontrarse absolutamente nada por el camino. A pesar de esto, la belleza de los escenarios y de los efectos del clima hacen que prescindir del viaje rápido valga la pena la mayoría de las ocasiones.
Sin embargo, otro de los aspectos de los que presumiría 'The Witcher 3' era el tema de las misiones secundarias, con más personalidad que en los demás RPG, algo que finalmente no fue tal. Finalmente, la ejecución de todas ellas es bastante estándar, limitándonos a preguntar a algún lugareño donde se esconde tal persona desaparecida para terminar buscándola en la cueva donde algún monstruo tiene su morada. Solo la puntual intervención de alguno de estos personajes horas después para echarnos una mano o regalarnos un objeto aportaba ese toque diferente.
Otros aspectos como el sistema de combate, crafteo, alquimia, etc... dan poco pie al reproche, a mi modo de ver. No es un juego de acción, así que evidentemente el combate siempre tendrá defectos, pero es totalmente solvente y satisfactorio, y además, muy desafiante en muchos enfrentamientos, aún en nivel de dificultad normal. Las opciones roleras en otras mecánicas son enormes, con lo que en general, 'The Witcher 3: Wild Hunt' se puede considerar como el segundo gran RPG de la generación, tras 'Dragon Age Inquisition'.
Lo mejor
- Un muy vasto y bello mundo abierto por explorar con total libertad
- La historia principal consigue despertar interés e intrigas en el jugador
- Los elementos de rol convencen a todos los niveles
Lo peor
- El evidente downgrade técnico con el que nos terminó llegando el juego
- El control, no solo en el combate, no satisfizo a todo el mundo
- La celebración del E3 poco después de su lanzamiento eclipsó su impacto