Gamescom 2015: Conclusiones y cierre desde Zonared - Reportaje

Sergio C. González - Un evento pensado para los jugadores

Esta edición ha sido especial para mí, pues por primera vez he podido asistir presencialmente a una feria como ésta, y menos mal que contamos con pase de prensa, porque si no hubiera sido imposible moverse por las inmediaciones del recinto ferial de Colonia. Y es que uno de los puntos más controvertidos del evento fueron las eternas colas para probar según qué títulos.

Quería empezar por lo malo para dejar rápidamente paso a lo bueno, que es mucho más; se trata de una feria espectacular en todos los sentidos, perfectamente organizada y, al menos en esta edición, con un line-up de títulos para quitarse el sombrero. Los que íbamos de prensa no pudimos ver mucho más de lo mostrado en el E3, así que constantemente íbamos con el chip cambiado, tratando de disfrutar lo máximo posible de esta decena de pabellones repletos de televisores, consolas y juegos.

En mi opinión, tanto Microsoft como Electronic Arts han sido indiscutiblemente las compañías más destacables del evento, con unos stands enormes a la vez que bien distribuidos. Los de Redmond han conseguido recortare terreno a la todopoderosa Sony, y encima en territorio hostil. No sé si esto se traducirá en una pequeña mejora en las ventas de Xbox One, pero por lo menos su catálogo de cara a lo que resta de 2015 me parece bastante superior.

¿Y Nintendo?

Todo ello por no hablar de Nintendo, que si bien tuvo una presencia algo insulsa, no trajo a Alemania algunos de los juegos mostrados en Los Ángeles, especialmente de 3DS. Pero las sensaciones generales son magníficas, porque todos los juegos mostrados han demostrado haberse adaptado a la nueva generación de consolas, dejando de lado los errores de muchas de las obras de primera hornada en los últimos dos años y con un buen sabor de boca general.

He aprendido mucho de esta feria, lo cual me ha servido para saber que, mientras esté en mi mano, no me perderé una sola Gamescom en el futuro. Además, Alemania está bastante bien, aunque memorizar la parada de Metro a la que teníamos que ir fuese un quebradero de cabeza...

¡Hasta el año que viene, Cologne!