El 22 de Agosto 2018 | 21:47
El problema
A la hora de hablar de 'Fortnite' como un potencial shooter radica en la dificultad para fijar un armamento como nuestro favorito, y a las infinitas posibilidades si tenemos en cuenta el elemento aleatorio de que hace gala la aparición de cofres, de cajas de suministros y de lo que nos puede aportar cada enemigo muerto en función de su procedencia y sus habilidades para recolectar armamento y víveres. Luego está el asunto de la vida y el escudo: no son propios de un shooter al uso. Sí, sabemos que llevar escudo es posible en la mayoría de los shooter, pero no con el juego de cambios que se puede "degustar" en el título multijugador de Epic. Por supuesto que hay esas "tiendas" o máquinas para la compra de armamento y recursos, pero usarlas tiene un coste de materiales que conseguimos exclusivamente dentro de cada partida.
La aleatoriedad, las diferentes zonas que se nos obliga a visitar y la imprevisible acción de enemigos "humanos" (porque no hay bots) completan un estilo de juego que, si bien da lugar a situaciones de acción, pende completamente del hilo de la supervivencia. Búsquedas agónicas de recursos intentando pasar inadvertidos, looteos dentro de casas en las que cerramos la puerta para evitar que se sepa que hemos pasado por allí, escuchar los posibles pasos... es un tipo de tensión especial que aporta el escenario abierto, la necesidad de fijarnos en el horizonte y en estructuras que o bien ya existen o de repente han sido derrumbadas... o construidas. Trampas (hay quien pone armas como anzuelo y después fulmina la pobre diablo que las sigue como miguitas de pan), bases en las que rebotar para planear con nuestro paracaídas... y todo durante una huida perpetua; no ya de los enemigos, sino del escenario que se cierne sobre nosotros mismos.
'Fortnite' toma de 'Minecraft' el elemento creativo y de construcción, de 'PUBG' la idea de combate y los aúna con una alta dosis de espectacularidad en los últimos compases de cada partida que queda en la retina del usuario y lo hace desear conocer qué resultado habría tenido atajar las cosas de otra manera. Por otra vía. Con otros medios. Saltando sobre otra zona... y finalmente, están los cambios a los que Epic somete la isla en las distintas temporadas, que añaden cierto trasfondo argumental que queda como telón de fondo en la acción.
Son características que, por separado, se dan en un shooter. Pero conjuntamente, en un juego en el que sobrevivir, pero en el que, como es lógico, la buena puntería hace mucho.